Desde la Red Nacional de Acción
Ecologista alertan ante la posible realización
de una travesía 4x4 en ambientes
dunícolas en Claromecó
(Tres Arroyos) y la zona patagónica
de la Pehuenia (Neuquén). Estas
caravanas dañan el ambiente nativo
en forma significativa, tanto sobre
terrenos públicos como privados.
Muchos países han prohibido
su circulación fuera de rutas
especialmente autorizadas. La nueva
Ley de Presupuestos mínimos,
Nº 25675, Ley general del ambiente,
asiste a la hora de alertar sobre
el impacto a generarse, y autoriza
a responsabilizar a los causantes
de ese deterioro irreversible.
La falta histórica de resoluciones
al respecto ha provocado la multiplicación
de empresas de rally 4x4 cuyas actividades
se venden al público como promotoras
de contacto con la naturaleza y la
aventura, y no alertan a los concurrentes
que su actividad será dañina
para el ambiente.
En Pehuenia, lo publicitan a través
de "4 x 4 Aventura" a cargo
de Lilian de Yubel. En Claromecó,
a través de Ricardo Pastuszek
del "Grupo de Promoción
Turística de Claromecó
Four Turismo Aventura, quien respondió
a las observaciones de la RENACE de
manera irrespetuosa y obscena.
¿Hasta cuando la impunidad
de los grupos "dueños
de la naturaleza"?
Información técnica.
Fuente: Dr Raul Montenegro, FUNAM
1) Dañan caminos "formales",
existentes, que suelen ser usados
por pobladores para sus necesidades
de vida, mientras que los participantes
de caravanas lo hacen por placer (sus
inscriptos) y lucro (los organizadores).
Esto es particularmente grave en caminos
con barro y nieve, donde al peso de
los vehículos se agrega el
uso de elementos altamente agresivos
para el suelo (cadenas, espinas etc.).
Recuérdese que la empresa organizadora
de la caravana mencionada sugiere
a los participantes llevar estos elementos.
2) Las caravanas de vehículos
4x4 generan "impacto de la oruga":
decenas de ruedas de vehículos
pesados, uno tras otro, impactando
el mismo ambiente con muy pequeñas
diferencias de tiempo. Cada nuevo
pasaje agrava el impacto del pasaje
anterior. El "impacto de la oruga"
genera líneas de erosión,
particularmente graves en terreno
de montaña, donde los suelos
suelen tener poca profundidad y son
muy frágiles. No hace falta
señalar aquí la fragilidad
de los suelos habitados por los pehuenes.
El peso de los vehículos 4x4
es usualmente superior, en promedio,
al de los vehículos que carecen
de doble tracción. En estas
travesías existe además,
sobre todo en invierno, una sobrecarga.
Este gran peso es función de:
(a) El peso del vehículo.
(b) El peso del combustible y las
reservas de combustible.
(c) El peso de las personas transportadas.
(d) El peso de neumáticos extra
(6 o más ruedas completas),
y
(e) El peso de la carga (alimentos,
abrigos, otros elementos).
Cada caravana, al comenzar, genera
un mayor impacto por peso. El "impacto
de oruga" es función del
total de vehículo y de su sumatoria
de pesos.
3) Las caravanas sobre ambiente nativo,
terrestre y acuático, dañan
en forma importante el ambiente. A
continuación se detallan algunos
de los impactos más relevantes:
(a) Destruyen el suelo y generan líneas
de erosión, particularmente
graves cuando los recorridos se hacen
sobre ambientes nativos muy húmedos,
o con concentración de agua
y nieve.
(b) Destruyen la microbiota nativa,
que incluye hongos, plantas verdes,
microfauna y demás organismos
de pequeño tamaño. Las
caravanas rompen además pistas
de olor y distorsionan territorios
marcados por muchos organismos.
Existen dos factores que agravan los
efectos:
(b.1) La falta de formación
de los participantes de cada caravana
sobre la delicada estructura, funcionamiento
y limitaciones de los ambientes que
atravesarán, y
(b.2) La falta de conocimiento profesional
de los organizadores acerca de las
capacidad de carga de cada recurso
o combinación de recursos para
el impacto que significa el paso de
una caravana por determinado circuito
(K1 para recurso 1, K2 para recurso
2... Kn para recurso n).
(c) El "impacto de la oruga"
también incluye producción
de ruido (pues el ruido de muchos
vehículos ubicados a acorta
distancia es mayor que el ruido producido
por vehículos muy distantes
unos de otros), además de vibraciones.
Esto disturba en forma grave la biota
local, sobre todo en primavera, verano
y parte del otoño.
(d) Hay microcontaminación
por hidrocarburos y gases de escape.
Debe tenerse en cuenta que muchas
caravanas atraviesan sitios que nunca
fueron circulados por vehículos.
(e) Destruyen ambientes acuáticos
y humedales de todo tipo, desde arroyos
que son atravesados, o circulados,
hasta "vegas" donde el agua
está muy cerca de la superficie.
4) En el caso particular de una caravana
organizada sobre ambientes nativos
en invierno, todos los efectos negativos
se agravan. El ambiente está
en su período de menor resistencia
y mayor fragilidad, que coincide con
valores muy bajos de "K".
El metabolismo general de los organismos
está disminuido al mínimo,
y la mayor parte del enorme esfuerzo
está destinado a sobrevivir
en un ambiente con temperaturas extremadamente
bajas.
Solicitamos por lo tanto a los propietarios
de agencias de turismo, hoteles, restaurantes
etc., que por desconocimiento avalaron
este tipo de caravana, y a las autoridades
con Poder de Policía en los
temas aquí denunciados (Provincia,
Municipio, eventualmente Nación),
que actúen conforme a derecho,
y a las prácticas de conservación
de los recursos de interés
turístico. Seguir permitiendo
la realización de estas caravanas
que atraviesan ambientes nativos atenta
contra el turismo sustentable y el
propio futuro de la actividad"
Las 4 x 4 playeras también
afectan al medio ambiente. La utilización
de vehículos cuatro por cuatro
y el creciente interés por
explotar turísticamente más
superficies naturales, dieron un nuevo
impulso al fenómeno de las
travesías por las zonas de
médanos en la costa, lo que
implica perjuicios para la conservación
del ambiente y la seguridad en playas.
Al invadir las zonas de dunas y médanos
afectan el ecositema e interrumpen
el desarrollo natural de la flora
y fauna autóctona. El impacto
ambiental se produce debido al aumento
de tránsito de vehículos
a motor en lugares poco transitados,
con el consiguiente incremento de
ruidos y erosión. María
José Toledo, inspectora de
la dirección Flora y Fauna
Silvestre dependiente de la Secretaría
de Recursos Naturales y D.S. de la
Nación, indicó que los
disturbios representan uno de los
factores de mayor incidencia sobre
el ambiente, "Si la travesía
se lleva a cabo en áreas de
asentamientos de lobos o aves marinas
durante la época de la cría
o nidificación, el impacto
es mayor porque estas especies están
más sensibles a los cambios,
y los ruidos les producen estrés,
lo que puede afectar su reproducción
si el tránsito se realiza en
forma continua, desaparecerá
la vegetación de las dunas
y esta avanzará hacia la zona
urbanizada, causando inconvenientes
para la vida y desarrollo de la población
local".
Alejandro Arias, especialista en
mamíferos marinos y becado
por la Fundación Vida Silvestre
Argentina para un proyecto de ballena
franca, remarcó que el impacto
de estas travesías es aún
mayor en la zona de dunas y médanos.
El daño en estas áreas
"no sólo es visual por
las marcas que estos vehículos
dejan durante un tiempo en la arena
sino que hay un impacto importante
en la fauna - integrada principalmente
por aves, reptiles, lagartijas e insectos
que viven en zonas de piedra y vegetación
baja - y en la flora arbustiva propia
de las dunas, que en algunos casos,
luego de ser destruida, no crece más.
El tránsito por estos parajes
destruye la parte interna de las dunas,
barriendo con ejemplares de fauna
y flora cercanas a la costa, situación
que se torna mas grave debido a que
"donde se destruye la vegetación
natural de la duna, la arena lo tapa
y prácticamente es irrecuperable,
porque el viento va moviendo el médano"
En tanto la Fundación Ambiente
y Recursos Naturales recomienda "conciliar
el uso turístico con la protección
ambiental a fin de cumplir con el
respeto al patrimonio natural, cultural
o antropológico de cada municipio
desde la óptica de la sustentabilidad".
En ese marco, citaron experiencias
internacionales donde el acceso a
las zonas de reserva está reglamentado
y se canaliza en forma guiada por
circuitos especialmente construidos
tratando de que el impacto sea el
menor posible. Además de los
ruidos y la erosión, la invasión
de vehículos automotores en
las playas también representa
un riesgo para la seguridad de los
veraneantes en las playas que han
tenido que lamentar numerosos accidentes
a pié de médano.
La regulación de este tipo
de prácticas encuentra su primera
barrera en el creciente interés
que estas actividades tienen para
los visitantes que buscan programas
de turismo aventura y una segunda
en que las zonas de playas pertenecen
a distintas jurisdicciones, el algunos
casos municipales y en otras provinciales.
Desde RENACE y sus organizaciones
invitamos a las autoridades y los
medios a no ser cómplices de
este engaño "turístico"
de tal impacto y a rechazar y prohibir
este y todos los eventos de este tipo,
en aquellos bellos y frágiles
ecosistemas.
24 de julio de 2003
Fuente: RENACE
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