En Pirapora do Bom
Jesus, a 54 kilómetros de San
Pablo, jamás nieva, aún
cuando las temperaturas suelen descender
mucho en invierno. Pero el domingo,
durante horas, cayeron copos que parecían
venir del cielo en esta ciudad serrana
de peregrinación brasileña,
donde concurren anualmente miles de
fieles católicos.
Las plazas y la Fuente de los Milagros
quedaron cubiertas por los copos de
nieve artificial que venían
del Tieté, el mismo río
que comparte con la capital paulista.
Fue cuando los fuertes vientos de
este fin de semana dispersaron el
manto de espuma que cubre y desborda
el contaminado afluente del Paraná.
Hace unos días, la capa blanquecina
y maloliente, semejante a una clara
de huevo batida, llegó a las
puertas de casas y negocios y cubrió
un puente del centro de la ciudad.
Los habitantes quedaron imposibilitados
de cruzar del otro lado. Pirapora
do Bom Jesus es una pequeña
ciudad de fines del siglo XIX, recostada
sobre la sierra. Una represa artificial
y una caída de agua de 25 metros
meten al río en una licuadora
que bate los contaminantes industriales,
especialmente detergentes.
El gobernador de estado de San Pablo,
Geraldo Alckmin, prometió a
los vecinos de Pirapora construir
instalaciones para el saneamiento
de aguas y cloacas. Pero esas obras
no resuelven el problema: la espuma
se origina en las enormes cargas de
agentes contaminantes que el Tieté
recibe en la ciudad de San Pablo,
cuyas aguas bajan en forma turbulenta
por las ciudades vecinas. La solución
es limpiar el Tieté. Pero es
un proyecto de largo aliento que aún
está en sus inicios. Los habitantes
y peregrinos de Pirapora de Bom Jesús
tendrán que esperar hasta 2006
para ver la villa limpia de esa espuma
grisácea. Producto de la degradación
de los detergentes, y con olor a huevo
podrido, causa irritación en
los ojos, dolor de cabeza y fatiga.
Según detectaron las autoridades
municipales de Pirapora, entre 1999
y 2002 aumentó en 161% el número
de personas internadas con problemas
respiratorios. Entre los chicos de
menos de cinco años, se incrementó
en 77% la cantidad de casos hospitalizados.
El problema se agudiza en invierno
y, según las estadísticas
de la Secretaría Municipal
de Salud, el 80% de los pacientes
atendidos por enfermedades respiratorias
son niños. Por causa de la
contaminación del Tieté
en la región, la mortalidad
infantil subió en apenas un
año de 16,39 a 23,15 por mil.
En la ciudad dicen que en la Plaza
del Encuentro el pasto se secó
luego de haber sido cubierto por esa
espuma. Pero además se eliminó
del menú turístico del
pueblo serrano un promocionado paseo
por el río Tieté.
15 de Julio de 2003
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