Los pequeños
propietarios de Bosque Nativo tienen
fuertes críticas al proyecto
de ley sobre bosque nativo que, recién
de después de 12 años,
comenzó a verse en el parlamento.
En especial, rechazan la indicación
hecha por el Ejecutivo que hace que
los recursos para apoyar el manejo del
bosque nativo tengan carácter
de concursables.
En declaración pública
emitida en Temuco el 26 de Junio del
presente año, la "Red
de Pequeños Propietarios de
Bosques de la Araucanía"
dice: "Nos oponemos terminantemente
a que el subsidio se otorgue a través
de concurso público abierto,
pues esta estrategia favorecerá
al empresario o propietario grande,
debido a que éstos poseen recursos,
información, tecnología
y asesoría, situación
que nos dejaría a los pequeños
propietarios nuevamente fuera de nuestro
alcance. Proponemos que los subsidios
se entreguen directamente a los propietarios
y no a los contratistas que actúan
como intermediarios".
Por su parte, Luis Corrales, dirigente
de la "Red de Pequeños
Propietarios de Bosque", en el
encuentro realizado en Temuco el 26
de Junio, ocasión en la que
se reunieron más de 450 delegados,
dijo en el discurso inaugural de este
encuentro:
"Nuestros bosques se han ido
deteriorando y eso hace que ahora
sea necesario preocuparse más
por ellos y hace necesario invertir
tiempo y recursos en ellos.
El problema es que nosotros, los
pequeños propietarios de bosque,
no tenemos recursos para conservarlos
y manejarlos y tampoco contamos con
las facilidades para alcanzar los
recursos y programas públicos
que puedan ayudar a conservarlos y
manejarlos.
Una cosa lleva a la otra, si no hay
participación, hay marginación.
Eso nos está pasando a los
pequeños propietarios".
Más adelante, en el mismo
discurso, Luis Corrales afirma:
"Si durante un largo periodo
se ha subsidiado la actividad forestal
¿Por qué los pequeños
propietarios de bosque, no tendríamos
el derecho a recibir subsidios a la
conservación y manejo de nuestros
bosques?
La Ley de Bosque Nativo debe evitar
el proceso de deterioro y la desaparición
que ha tenido hasta ahora el bosque
nativo, debe ayudar a mejorar los
ingresos de las miles de familias
campesinas propietarias de bosque."
En Chile se estima que existen 15,5
millones de hectáreas forestales,
de las cuales 13,4 millones son de
bosques y el resto son de plantaciones
exóticas. Es conveniente señalar
que los pequeños propietarios
consideran que la denominación
de "bosques" sólo
se puede aplicar al bosque nativo,
el resto se consideran "plantaciones".
Esto tiene importancia, en tanto es
sólo en los bosques (de especies
nativas), donde se producen todos
los efectos asociados a los bosques:
Fauna criolla, flora autóctona,
producción y reproducción
de esteros y napas subterráneas
de agua, protección y enriquecimiento
de los suelos, etc.; en tanto en las
plantaciones (de especies exóticas),
se producen procesos inversos de desnaturalización
del suelo, exterminio de las especies
autóctonas, desaparición
de la fauna y sequía de los
cauces y napas subterráneas
de aguas.
Esto tiene efectos inmediatos en
la cultura mapuche. Hoy las machis
no encuentran las hierbas necesarias
para desarrollar la medicina natural
ancestral.
La mayor parte de los propietarios
de Bosque nativo están en el
rango de pequeños propietarios;
sólo en la IX región
se calcula que hay unos 90.000 mapuche
y no mapuche. En tanto que, en el
caso de las plantaciones de especies
exóticas, principalmente pino
y eucaliptus, están en manos
de grandes y muy grandes empresas,
la mayor parte de ellas con capitales
extranjeros.
Es obligatorio recordar que el decreto
ley 701, dictado bajo la dictadura,
subvenciona en un 75 % la inversión
con que las grandes empresas forestales
construyen su patrimonio de plantaciones.
Es tremendamente contradictorio que
el Ejecutivo plantee hoy que para
defender nuestro bosque y los intereses
de los pequeños propietarios
chilenos, los escasos fondos que se
van a destinar sean concursables y
queden en manos de empresas particulares
intermediarias. Cualquiera puede concluir
que detrás de esto está
el intento de iniciar un proceso de
entrega de nuestro bosque a intereses
particulares muy poderosos para su
aprovechamiento egoísta y futuro
exterminio.
El capitalismo salvaje, férreamente
implementado por el gobierno de Ricardo
Lagos, va por nuestros bosques, las
Araucarias milenarias, el precioso
Mañío, la dúctil
Lenga y todas nuestras especies se
encuentran en peligro de quedar a
merced de los intereses de las transnacionales;
peligro que además amenaza
la situación de decenas de
miles de pequeños propietarios
campesinos en la IX y X región.
Es tarea democrática iniciar
la defensa de nuestro bosque, pelea
que debe ser comandada por los pequeños
propietarios y las organizaciones
que ellos se den para tal efecto.
22 de julio de 2003
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