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Rappel.
Un aspirante a guía
práctica técnica
de descenso, durante una
clase en Vallecitos. |
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Cumbre.
Un profesor dirige a los
alumnos de la escuela de
guías, durante una
ascensión en Vallecitos. |
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Hacer de la pasión por la naturaleza
una carrera profesional es una alternativa
que se consolida en Mendoza. El compromiso
con el medio ambiente, el hecho de que
existen instituciones educativas reconocidas
a nivel nacional y además la
perspectiva de un mercado laboral en
crecimiento son las características
en común de las flamantes carreras
de guardaparques y de guía de
montaña.
A partir de la mayor conciencia ambiental
y el auge de las actividades al aire
libre, la Escuela de Guardaparques
y en la Provincial de Guías
de Alta Montaña y Trekking
Coronel Valentín Ugarte ofrecen
una formación sistematizada
a las personas que quieran preservar
la naturaleza o trabajar lo más
lejos posible de la oficina. Ambas
carreras se cursan en el ex Club YPF,
y dependen del Instituto de Educación
Física Jorge Coll.
Con títulos terciarios de
nivel superior -avalados por la Dirección
General de Escuelas- Mendoza cuenta
con el único establecimiento
en el país que forma guías
profesionales de alta montaña
y de trekking. Tal es el auge de estas
dos tecnicaturas, que llegan a estudiar
muchos chicos de otras provincias.
Viene gente de Buenos Aires,
Córdoba y Santa Fe. En otros
lugares sólo te dan certificado,
y de aquí te vas con un título,
explicó Miguel Lotfi, profesor
y egresado de la escuela, además
de médico recién recibido.
Las distintas orientaciones de guía
se cursan juntas, y requieren dos
años y medio de estudio, que
incluyen la práctica profesional.
Un guía de trekking tiene
que poder conducir a un grupo de personas
en un ambiente natural; en tanto que
uno de alta montaña tiene más
exigencia y debe poder sobreponerse
a cualquier dificultad en el terreno,
aseguró el coordinador de ambas
carreras, Gabriel Gei.
Después de concluido el cursado
en común, quien quiera ser
guía de montaña debe
acreditar un currículum que
certifique una mayor experiencia en
escaladas. Los 120 alumnos que tiene
la escuela en la actualidad deben
aprobar 19 materias, que van desde
el estudio de la ecología hasta
fisiología humana y el conocimiento
del idioma inglés.
Si bien el promedio de edad de los
alumnos es de 23 años, también
se ha sumado gente más grande;
y en los últimos años
se han inscripto más mujeres.
Me recibí de guía
de trekking en el 2000, y si bien
el trabajo no es constante, en el
último tiempo ha mejorado con
el turismo interno, subrayó
Claudia Privitera, de 33 años,
casada, y también profesora
de Educación Física.
Más que un cuidador
Juliana Yorlano (26) a los quince
años ya sabía que iba
a ser guardaparque. Comenzó
a estudiar la licenciatura en Gestión
Ambiental apenas se creó, hace
dos años. Ahora sólo
le resta terminar la tesis. Cuando
se abrió la carrera de guardaparques
y me enteré de que podía
tener un título terciario no
lo dudé y me inscribí.
En la actualidad estoy trabajando
en la reserva Divisadero Largo,
contó.
Para ser guardaparque no hay límite
de edad, y tanto hombres como mujeres
sin experiencia ahora pueden inscribirse
para estudiar esta carrera, que tiene
una extensión de dos años.
Las temáticas de estudio van
desde el control y la vigilancia del
medio ambiente, la conservación
del espacio y la co-gestión
con las comunidades que habitan las
áreas protegidas. Es
muy importante nuestra relación
con las comunidades de las áreas
protegidas, ya que tenemos que convivir
con ellos, además de realizar
una tarea educativa, dijo Nidia
Pérez (38), guardaparque desde
hace 8 años.
Para Flavio Costarelli, de 32 años,
desarrollar esta actividad implica
trabajar a 5.400 metros de altura,
en Nido de Cóndores (campamento
del Aconcagua). Es un trabajo
duro, estás mucho tiempo fuera
de tu casa, y más en temporada
alta, relató Flavio,
quien además señaló
que al profesionalizar la carrera
se van a poder integrar todos
los conocimientos que nos ha dado
la práctica y, también,
se va a poder planificar y administrar
mejor las áreas protegidas.
4 de Julio de 2003
Fuente:
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