Los problemas que
hace tres décadas surgieron como
situaciones ambientales locales se han
convertido hoy en serios fenómenos
globales que afectan la supervivencia
de la raza humana y del propio planeta,
alertaron especialistas y expertos durante
la Mesa Redonda Informativa transmitida
ayer en ocasión de celebrarse
el Día Mundial del Medio Ambiente.
La continua explotación de
la ya escasa superficie boscosa que
solo cubre al 25% del planeta,
la erosión que padece el 40%
de los suelos agrícolas, la
desertificación en igual porcentaje
de suelos, el 40% de la población
que vive bajo "estrés
hídrico", por la falta
de agua, y los 5 millones de muertes
infantiles anuales por uso de aguas
contaminadas, son algunos de los drásticos
ejemplos que revelan los informes
internacionales.
Esos mismos reportes de la ONU ratifican
que los países desarrollados
representan el 20% de la población
mundial; sin embargo, usan el 80%
de los recursos del planeta, entre
ellos el 60% de toda la energía,
a la que no puede acceder siquiera
el 40% de los habitantes del mundo.
Es por ello que, detrás de
fenómenos aparentemente ambientales,
los especialistas develan el trasfondo
económico, la falta de voluntad
política de los gobiernos y
el modelo consumista que los provocan.
El alto grado de contaminación
ambiental, la reducción de
las cuencas hidrográficas,
la devastación forestal y carencia
de otros medios naturales imprescindibles
para la vida, tienen su origen en
la explotación irracional de
los recursos naturales, en un mundo
signado por la irracionalidad y el
consumismo de los países ricos,
señalaron.
Es así que la postura de los
países subdesarrollados, expuesta
recientemente en Johannesburgo, ha
sido la de ratificar el principio
establecido en la Cumbre de Medio
Ambiente de Río de Janeiro,
en 1992: existen problemas comunes,
pero responsabilidades diferentes.
Entonces ya se había identificado
a los países desarrollados
como los principales responsables
del deterioro ambiental, a los subdesarrollados
como los más vulnerables y
a la pobreza como un problema fundamental.
En opinión de Ana Elisa Osorio,
ministra de Ambiente y Recursos Naturales
en la República Bolivariana
de Venezuela, invitada a esta Mesa
Redonda, el principal aporte ético
de los latinoamericanos a este debate
de actualidad mundial ha estado en
hacer notar la necesidad de cambiar
el paradigma actual de desarrollo,
el patrón de producción
y consumo. Algo que requiere de conciencia
colectiva, voluntad política
y compromiso con la vida para poderlo
enfrentar, dijo.
La posibilidad de trazar programas
para aliviar graves problemas ambientales
se hace posible cuando el ser humano
se pone al centro de las preocupaciones
políticas y los programas de
desarrollo, opinaron especialistas
que expusieron algunos ejemplos de
Venezuela y de acciones puntuales
en Cuba.
Bajo la conducción de Randy
Alonso, participaron los especialistas
Gisela Alonso, presidenta de la Agencia
de Medio Ambiente; Orlando Rey, director
de Medio Ambiente del CITMA y José
Antonio Díaz Duques, delegado
del CITMA en Pinar del Río.
5 de junio de 2003
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