Nuevo documento
del Diálogo Argentino. Aconsejan
evaluar la vulnerabilidad de los sistemas
naturales. La falta de planificación,
con una limitación de las actividades
de investigación, tendrá
nefastas consecuencias. Más
del 50% del territorio nacional es
árido o semiárido.
"Países extensos como
la República Argentina, en
posesión de recursos escasos
o necesarios para el desarrollo, deberán
ocuparse seriamente de sus recursos
naturales y humanos si no quieren
convertirse en potenciales zonas de
conflicto regional o internacional."
La advertencia integra un extenso
documento de la Mesa de Ciencia y
Tecnología del Diálogo
Argentino, firmado por los doctores
Osvaldo y Pablo Canziani, en el que
se insta a las autoridades a asegurar
la preservación de los recursos
naturales del país mediante
la ciencia y la tecnología
locales. Osvaldo Canziani es doctor
en meteorología y miembro del
Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático, y Pablo es doctor
en ciencias físicas e investigador
del Conicet.
"En nuestro país, la
ausencia de políticas de desarrollo
sustentable pone en riesgo grandes
segmentos del país, y más
particularmente las provincias del
Norte y de la Patagonia -afirman los
especialistas-. En síntesis,
el desarrollo sustentable es necesario
para aliviar o evitar conflictos internos
y externos."
Según explican en el documento,
la situación socioeconómica
local tiene similitudes con lo que
se observa en naciones que sufrieron
un conflicto armado. "La sociedad
está pauperizada y fragmentada,
las instituciones debilitadas y el
sistema productivo necesita ser reconstruido
o puesto en marcha nuevamente -afirman-.
Por consiguiente, es necesario decidirse
a encarar una nueva etapa de desarrollo
y hacerlo con firmeza. En ese sentido,
hay múltiples soluciones, pero
una sola aproximación integral
que permite generar un desarrollo
más racional y armónico:
el desarrollo sustentable."
Entre los problemas desatendidos,
los investigadores mencionan, por
ejemplo, las que derivan de los cambios
ambientales conducentes a mayores
eventos extremos (inundaciones, sequías,
tormentas intensas, deslizamientos
de tierra, etc.), que ya nos afectan
con inusitada intensidad y frecuencia,
y probablemente serán más
graves durante el transcurso de este
siglo.
Otras cuestiones, como la grave pérdida
de la diversidad biológica,
las deposiciones y precipitaciones
ácidas, el incremento de la
radiación ultravioleta que
llega al suelo, también fueron
descuidadas.
"En las próximas décadas
continuarán aumentando las
presiones para el acceso y control
de los recursos naturales -enumeran-.
El ejemplo paradigmático es
el del agua. Las guerras futuras no
serán por el petróleo,
sino por este escaso fluido esencial
para la vida. El acceso a suelos cultivables,
la escasez alimentaria por la depredación
oceánica y de fuentes alternativas
de energía y alimentación
conforman otros tantos posibles polos
de conflicto."
Disponiendo de conocimientos científicos
y tecnológicos -afirman los
científicos- se pueden desarrollar
las estrategias necesarias para adaptarse
mejor a los cambios ambientales. "La
República Argentina debe planificar
su desarrollo sustentable, recurriendo
a la actividad científico-tecnológica
como herramienta esencial", concluyen.
Las propuestas
Conocimiento: mejorar los sistemas
de observación y compilación
de información geofísica,
biológica, ecológica,
socio-económica, cultural y
étnica.
Tecnologías de punta: utilizar
cabalmente los satélites nacionales
e internacionales; monitorear las
variables ambientales y los cambios
socio-económicos, culturales
y étnicos.
Investigación: ampliar las
capacidades de investigación
básica y aplicada, tomando
en cuenta los aspectos ambientales
que interactúan con la producción
.
Desarrollo institucional: establecer
un consejo científico y tecnológico
integrado por exponentes calificados
de cada área específica,
de carácter honorario y libre
de designaciones de especialistas
dedicados a la función pública.
30 de Junio de 2003
Fuente:
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