La Fundación
para la defensa del ambiente (FUNAM),
conjuntamente con vecinos de barrio
Ituzaingó Anexo, de la ciudad
de Córdoba, denunciaron públicamente
que se habían aplicado plaguicidas
junto al barrio, lo que es ilegal de
acuerdo a una Ordenanza recientemente
aprobada por el Concejo Deliberante.
El día martes 24 de junio, por
la tarde, tenedores del campo ubicado
junto al barrio empezaron a fumigar
"con total desprecio por la gente
y en abierta violación a la normativa
vigente", indicó Sofía
Gatica, una de las vecinas del barrio.
En forma inmediata los vecinos se comunicaron
con FUNAM, que formuló la denuncia
ante el gobierno y se hizo presente
en el lugar.
El Biólogo Raúl Montenegro,
presidente de FUNAM y profesor titular
de Biología Evolutiva en la
Universidad Nacional de Córdoba,
indicó que los plaguicidas
usados en soja transgénica
"son de alto riesgo para la salud".
Aclaró que "el herbicida
glifosato y su derivado químico,
el AMPA, al igual que el insecticida
endosulfán, y su derivado químico
el sulfato de endosulfán, tienen
actividad estrogénica cuando
ingresan al organismo de las personas.
Son compuestos que pueden alterar
el sistema hormonal de los niños
y adultos, y por eso se denominan
disrruptores endocrinos. Esta alteración
puede asociarse incluso con la generación
de cáncer". Montenegro
sostuvo que usar este tipo de plaguicida
en barrio Ituzaingó Anexo "no
es solo ilegal, también es
criminal porque sus restos actúan
sobre una población que ya
estuvo expuesta a metales como el
arsénico, el plomo y el cromo,
y que sigue expuesta, en parte, a
campos magnéticos superiores
a 0,3 microteslas. Ello sin contar
las numerosas fumigaciones que contaminaron
sus aguas de bebida y sus suelos".
Sofía Gatica indicó
que el mismo día que se fumigó
ilegalmente "se hicieron presentes
representantes del Ministerio de Salud,
de la Secretaría de Agricultura
y de la Policía de la Provincia"
y que todos ellos "pudieron comprobar
que se habían estado aplicando
plaguicidas. Esta es la primera vez
que el gobierno reconoce la fumigación".
Los vecinos, al comprobar que se estaba
fumigando, alertaron a FUNAM y sacaron
fotos para tener pruebas de la aplicación
ilegal. Sofía Gatica indicó
que tanto el representante de la Secretaría
de Agricultura como del Ministerio
de Salud "nos dijeron que iban
a presentar la denuncia en el Tribunal
de Faltas de la Municipalidad de Córdoba,
ya que se violó una ordenanza
que prohíbe la fumigación
a menos de 2.500 metros del barrio".
Los vecinos también presentaron
su denuncia ante la Comuna "que
sigue mirando para otro lado".
El Biólogo Raúl Montenegro
indicó que el área de
ambiente de la Municipalidad de Córdoba
"solo sirve para que sus funcionarios
cobren sueldo mientras la gente se
intoxica, enferma y muere".
Tanto los vecinos como FUNAM reclamaron
a la legislatura de Córdoba
que no solo se acuerde de la producción
"sino también de la salud
de la gente", y que por ley "prohíba
la aplicación aérea
y terrestre de plaguicidas a menos
de 2.500 metros de barrios y otros
asentamientos urbanos". Sofía
Gatica sostuvo que "sabemos que
la producción hace falta, pero
también queremos que nuestras
familias vivan, y no sean envenenadas.
Lo que han hecho los productores aquí
en el barrio no tiene nombre, sus
actos fueron inhumanos". El Biólogo
Raúl Montenegro agregó
que el uso de plaguicidas en la provincia
"sigue siendo una piedra libre.
No solo los productores de soja sino
también los de papa fumigan
a corta distancia de viviendas y barrios,
envenenado el ambiente y las personas.
Hasta tanto nos proteja la ley, habrá
que continuar con acciones penales
y civiles en la Justicia para que
los responsables de generar enfermedad
y muerte paguen por lo que están
haciendo".
28 de Junio de 2003
Fuente: FUNAM
|