Descubrimiento
en la Patagonia: lo realizaron investigadores
del Museo Egidio Feruglio. Al oeste
de Cerro Cóndor, Chubut, desenterraron
los más antiguos restos fósiles
de este grupo de América del
Sur. Pertenece a un pequeño
animal del tamaño de una rata
llamado Asfaltomylos patagónico.
Fue coetáneo de los dinosaurios.
Vivió en el período
Jurásico.
Ciento sesenta millones
de años atrás, en lo
que es hoy la árida región
central de la provincia de Chubut,
un lago de cuarenta kilómetros
de ancho albergaba peces, tortugas
acuáticas, sapos y cocodrilos
bastante diferentes de los que hoy
conocemos. En las orillas de este
inmenso lago, esquivando las pisadas
de dinosaurios como el Patagosaurus
o el Tehuelchesaurus, transcurría
la vida de un pequeño animal
del tamaño de un roedor.
En noviembre de
2000, un equipo de paleontólogos
del Museo Egidio Feruglio, de Trelew,
desenterró, a siete kilómetros
al oeste del pueblo de Cerro Cóndor,
Chubut, los restos de la mandíbula
de este diminuto animal al que apodaron
Asfaltomylos patagónico . Su
estudio -cuyos resultados fueron publicados
en la última edición
de la revista Nature- reveló
que estos restos fósiles constituyen
la primera huella de la presencia
de mamíferos en lo que es hoy
América del Sur.
"El mamífero
que encontramos es el primer mamífero
del período Jurásico
hallado en América del Sur
-dijo el paleontólogo alemán
Oliver Rauhut, uno de los autores
del hallazgo-. Nuestro entendimiento
de la evolución de los mamíferos
de la era Mesozoica (los dos primeros
tercios de la historia de los mamíferos)
se basa casi exclusivamente en fósiles
del hemisferio norte; por lo tanto,
todo nuevo hallazgo en el hemisferio
sur frecuentemente resulta en sorpresas."
Esta vez, la sorpresa
reside en los tres molares de la mandíbula
del Asfaltomylos que presentan una
estructura mucho más moderna
que la de sus contemporáneos
(mamíferos y reptiles) del
hemisferio norte.
El hallazgo brinda
sustento a la teoría que afirma
que "los mamíferos del
hemisferio sur representan una línea
evolutiva independiente de la evolución
de los mamíferos modernos en
el hemisferio norte", explicó
este licenciado en paleontología
en la Universidad Libre de Berlín.
Así las cosas,
el Asfaltomylos no sería entonces
un ancestro de los mamíferos
modernos, sino de los monotremas ,
una primitiva familia de mamíferos,
como el equidna, cuya peculiaridad
es que sus integrantes ponen huevos.
"Esta es una
contribución relevante en lo
que hace a la información de
la distribución mundial de
los primitivos mamíferos -opinó
el paleontólogo argentino Rodolfo
Coria, del Museo Carmen Funes, en
Plaza Huincul-. En términos
óseos, hasta ahora no se sabía
nada sobre la presencia de mamíferos
del jurásico en América
del Sur."
Crucial, pero
inexplorado
"El Jurásico
es un período crucial en la
historia del planeta, ya que fue testigo
de la diversificación de muchos
grupos importantes de vertebrados
modernos y del comienzo de la separación
el supercontinente denominado Pangea.
Ambos eventos sentaron las bases para
la evolución de las modernas
faunas terrestres", apuntó
Oliver Rauhut.
Sin embargo, es
muy poco lo que se sabe sobre la evolución
de los vertebrados durante ese período
en el hemisferio sur. En Chubut, por
ejemplo, el prestigioso paleontólogo
argentino José Bonaparte halló
restos de dinosaurios durante los
años setenta, pero desde entonces
se han realizado pocas campañas
de investigación en la zona.
Desde septiembre
de 2000, Rauhut y otros expertos del
Museo Egidio Feruglio (Pablo Puerta
y Edgardo Ortiz-Jaureguizar) exploran
sistemáticamente la zona. "Ni
bien comenzamos, la riqueza de esas
rocas fue evidente: en los primeros
diez días de trabajo encontramos
restos de peces, sapos, tortugas,
cocodrilos, reptiles voladores, dinosaurios
y esta mandíbula con tres dientes
de mamífero", recordó
Rauhut, para quien Chubut representa
"una ventana hacia el Jurásico
que es única en América
del Sur".
Entre dientes
"Los dientes
de los mamíferos más
primitivos eran como cuchillos: sólo
servían para cortar; en cambio,
los del Asfaltomylus sumaban una nueva
función -explicó Rauhut,
ante la pregunta por la singularidad
de la mandíbula fósil-.
Al permitir desmenuzar la comida,
podían comer no sólo
insectos sino también plantas."
Lo curioso es que
estas cualidades dentarias sólo
fueron alcanzadas por los mamíferos
del hemisferio norte cuarenta millones
de años después, en
el período Cretácico.
Pero hay algo aún
más desconcertante en este
hallazgo. En palabras de Rauhut, "mientras
el éxito de los mamíferos
modernos en el hemisferio norte ha
sido generalmente atribuido a la estructura
de sus dientes, mamíferos con
dientes muy parecidos aparecieron
mucho antes en el hemisferio sur,
pero sin embargo no tuvieron el mismo
éxito, e incluso los actuales
sobrevivientes de este grupo (los
monotremas) no tienen dientes".
¿Por qué
los mamíferos del hemisferios
sur, a pesar de presentar una dentadura
moderna en términos evolutivos,
no tuvieron el mismo éxito
que sus congéneres del hemisferio
norte? Para Rauhut, es la pregunta
que plantean ahora estos hallazgos.
El énfasis
puesto en los dientes del Asfaltomylos
no es menor, sugirió el doctor
Francisco Goin, del Museo de Ciencias
Naturales de La Plata. "La casi
totalidad de los mamíferos
que poblaron la Tierra en los últimos
65 millones de años deriva
de formas ancestrales cuyos molares
poseen una forma denominada tribosfénica
(como la del Asfaltomylos) -explicó-.
Esta resultó ser muy exitosa,
y sucesivas adaptaciones en esta estructura
dentaria son las que permitieron el
surgimiento de mamíferos carnívoros,
herbívoros y frugívoros".
"La controversia
actual sobre los grupos poseedores
de esta arquitectura molar es si ésta
surgió una sola vez o, en forma
convergente, en más de una
oportunidad. El hallazgo realizado
por estos investigadores podría
arrojar una luz significativa al respecto",
concluyó Goin.
15 de marzo de 2002
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