Creen que se
debe a un agroquímico. Desde
el lunes se intoxicaron 100 aves de
corral y 30 perros. Investigan las
causas. Los decesos coincidieron con
fumigaciones y dispersión de
insecticidas.
Paraná - Más de 100
aves de corral y 30 perros murieron
esta semana probablemente por intoxicación
en Basavilbaso, antigua colonia judía
del departamento de Uruguay.
Profesionales locales aseguraron
que si bien los síntomas responden
a los efectos de algún agente
tóxico, no encontraban hasta
ayer el producto específico
que provocó la mortandad. Los
hechos son investigados por la jueza
de instrucción Marta Bonifacino,
de Concepción del Uruguay,
que instruyó "medidas
previas" a pedido del fiscal
Guillermo Rojas. Autoridades de ese
juzgado aseguraron que la causa no
involucra, por ahora, intoxicaciones
de personas, sino muerte de animales.
Media docena de organismos públicos
nacionales y provinciales investigan
las causas posibles, en sus laboratorios.
Los vecinos expresaron su consternación
no sólo por el destino de sus
mascotas sino también por el
riesgo de que el tóxico afecte
gradualmente a la gente por acumulación.
"Los perros con síntomas
son más de cien y por lo menos
30 murieron; tenemos otros 30 en recuperación
porque los tratamos a tiempo",
dijo ayer el médico veterinario
Gustavo Zabal, encargado de Bromatología
y Veterinaria de la municipalidad
de Basavilbaso.
En los barrios San José y
Remedios Escalada, situados en la
zona norte de esta ciudad de 18.000
habitantes, se reportó la muerte
de perros el lunes y varios testigos
narraron que el sábado anterior
una máquina de arrastre había
fumigado con insecticidas algunos
cultivos de soja a escasos 100 metros
de sus viviendas. Además, en
días previos hubo un ataque
aéreo intensivo contra insectos
y el aeródromo está
a tres cuadras de estos barrios.
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos
y la Consultora de Climatología
Aplicada informaron que varias parcelas
sufrían el ataque de oruga
principalmente, y chinche, y admitieron
que se presentaron problemas para
el control terrestre por la humedad
en el suelo, de manera que era más
factible la vía aérea.
En los alrededores de la ciudad hay
20.000 hectáreas con esta oleaginosa,
que este año se extendió
en Entre Ríos a más
de 1.000.000 de hectáreas,
con un crecimiento del 220 por ciento
en los últimos cuatro años.
Los especialistas estimaron que el
origen del mal radicaría en
un producto agroquímico en
mal estado o una aplicación
inadecuada, pero no descartaron que
personas inescrupulosas hubieran envenenado
a los caninos, que pululan sin control.
Aunque es improbable, porque murieron
perros de todos los pelajes y edades,
algunos incluso en lugares de difícil
acceso para personas ajenas a la casa.
Extrañamente, el tóxico
afectó a perros, pollos, gallinas
y patos, pero no a gatos. La muerte
de tres cerdos no se confirmó
oficialmente.
Algunas familias comentaron que sufrieron
malestares, ardor en los ojos, dolor
de cabeza y picazón, y las
autoridades pidieron que se presentaran
en los centros asistenciales. Supusieron
que podía tratarse de una psicosis,
pues no hubo intoxicados.
1 de marzo de 2003
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