Irlanda, España
y Portugal son los socios comunitarios
más alejados de los compromisos
de reducción.
Las emisiones de gases con efecto
invernadero en la Unión Europea
se incrementaron un 1 por ciento durante
2001, segundo crecimiento anual consecutivo
que aleja a los Quince del cumplimiento
del Protocolo de Kyoto contra el cambio
climático, según advierte
la Agencia Europea de Medio Ambiente
(AEMA) en su último inventario
sobre emisiones publicado hoy.
Por países, Finlandia (7,3
por ciento), Austria (4,8 por ciento),
e Irlanda (2,7) registraron los mayores
incrementos. España se apuntó
su primer recorte de emisiones en
cinco años (un 1,1 por ciento
menos) y fue así el único
socio comunitario que se acercó
al cumplimiento de Kyoto durante el
año estudiado.
Pero esto no impide que España
se mantenga como el segundo país
de la UE más alejado de cumplir
con su parte de la tarea general de
recortes. Se encuentra a 23,8 puntos
porcentuales de su objetivo individual,
y sólo Irlanda (23,9 puntos)
y Portugal (21,6 por ciento) presentan
distancias comparables con respecto
a sus metas.
En el otro lado de la balanza, Luxemburgo
(28,8 por ciento de más), Alemania
(6,8 por ciento) -primer emisor europeo-,
Suecia (5,5 por ciento) y Reino Unido
(5,2 por ciento) superan con creces
la reducción comprometida
Para la AEMA, las últimas
cifras demuestran que 10 de los 15
Estados miembros van a incumplir de
largo con su parte de la tarea asignada
en el acuerdo comunitario sobre "reparto
de responsabilidades. Se trata de
Austria, Bélgica, Dinamarca,
España, Finlandia, Grecia,
Irlanda, Italia, los Países
Bajos y Portugal.
Invierno crudo
La crudeza del invierno, con el consiguiente
aumento en el consumo de combustible
para calefacción; la escalada
de las emisiones generadas por el
transporte, y el incremento de la
utilización de combustibles
fósiles para la producción
de electricidad y calor, son las principales
causas citadas por la autoridad medioambiental
europea para justificar el incremento
general.
Las emisiones de dióxido de
carbono (CO2), el más importante
de los seis gases con efecto invernadero
(82 por ciento del total de estos
gases generado en la UE), se elevaron
un 1,6 por ciento entre 2000 y 2001,
lo que las situa un 1 por ciento por
encima del nivel de 1990.
La mayor necesidad de calefacción
hizo que las emisiones de CO2 generadas
por los hogares y las pequeñas
empresas registraran un incremento
del 6,0 por ciento en 2001 con respecto
al año anterior, lo que contribuyó
significativamente al incremento general,
particularmente en Alemania, Francia
y Reino Unido.
Por su parte, las emisiones de CO2
generadas en la producción
de electricidad y calor experimentaron
un ascenso del 1,5 por ciento , mientras
que las generadas por el transporte
lo hicieron un 1,3 por ciento.
La creciente producción de
electricidad y calor a partir de combustibles
fósiles, sobre todo carbón,
y la tendencia al alza incremento
de los volúmenes de transporte,
sobre todo por carretera, son los
responsables.
Tendencia
La UE ha liderado el proceso de ratificación
del Protocolo de Kyoto, sobre todo,
tras la retirada de Estados Unidos.
Para cumplir con sus objetivos, los
Quince deben haber reducido al menos
el 8 por ciento de sus emisiones responsables
del calentamiento global que registraban
en 1990, para los años 2008
a 2012,
Hasta 1999, los socios europeos mantenido
una tendencia de reducción
acelerada. Ese año, emitieron
un 3,6 por ciento menos que en 1990,
lo que marcó el punto más
cercano de cumplimiento. Pero en 2000,
los niveles de contaminación
repuntaron un 0,3 por ciento. El incremento
de un punto porcentual en 2001 recorta
la reducción acumulada al 2,3
por ciento.
El Protocolo de Kyoto rige las emisiones
de los países industrializados
de CO2, metano (CH4) y óxido
nitroso (N2O), además de tres
gases industriales fluorados: hidrofluorocarbonos
(HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro
de azufre (SF6).
La UE es responsable alrededor del
24 por ciento de las emisiones causadas
por el hombre de estos seis gases
en los países industrializados.
El Protocolo todavía no ha
conseguido el número de ratificaciones
necesario para entrar en vigor.
Un acuerdo de "reparto de responsabilidades"
entre los Gobiernos europeos fija
los distintos límites de emisión
para cada Estado miembro con el fin
de garantizar que la Unión
en conjunto cumpla su compromiso de
reducción.
El inventario de la AEMA se basa
en estimaciones y está sujeto
a revisión anual. No tiene
en cuenta el impacto del uso del suelo
y la silvicultura, que pueden producir
emisiones o absorberlas, porque todavía
no existe ninguna metodología
aceptada internacionalmente. La Agencia
Europea de Medio Ambiente publicará
en otoño de 2003 un análisis
de las cifras y tendencias de las
emisiones, junto con las últimas
proyecciones para el año 2010.
6 de mayo de 2003
Fuente:
europa
press
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