Según
un informe dado a conocer en Ginebra,
los índices de polución
ambiental se están tornando
alarmantes. Además del aire,
la otra gran preocupación se
centra en las fuentes de agua potable.
En Europa, cada
año, mueren alrededor de 60
mil personas como consecuencia de
una prolongada exposición a
las partículas contaminantes
que se encuentran en el aire. Los
datos corresponden a un informe sobre
medio ambiente divulgado ayer en Ginebra
que, además, pone la lupa sobre
la calidad del agua potable. Más
del diez por ciento de la población
de la Unión Europea está
potencialmente expuesta a consumir
agua con un contenido contaminante
que excede el nivel máximo
permitido.
En varias regiones del viejo continente
las fuentes de agua están avocadas
a diversas actividades humanas como
la agricultura, que representa el
42 por ciento del total de consumo
de agua, y la industria, con un 23
por ciento. Sólo el 18 por
ciento del agua se destina al consumo
humano y otro 18 por ciento, a la
generación de energía
eléctrica. La salud de las
personas y de los ecosistemas está
amenazada sobre todo por la creciente
presencia de contaminantes orgánicos
e inorgánicos, y metales pesados
en el agua, con concentraciones superiores
a las permitidas por las normas internacionales.
Al respecto, el director ejecutivo
de la Agencia Europea para el Medio
Ambiente (AEMA), Gordon McInnes, admitió
que las políticas medioambientales
adoptadas en Europa con el fin de
reducir la producción de desechos
y la presión sobre los recursos
del mar y la tierra no han sido eficaces.
Por el contrario, la producción
de desechos y la utilización
de los recursos naturales aumenta
cada vez más declaró
McInnes durante la presentación
del informe en Ginebra.
En Europa occidental, la cantidad
de desechos industriales aumenta desde
mediados de los noventa y equivale,
en promedio, a 3.8 toneladas anuales
por habitante mientras que en Europa
central y oriental, cada persona produce
4,4 toneladas de desechos. En cuanto
a residuos domésticos, cada
europeo produce alrededor de 415 kilos
por año, siendo Islandia el
país que lidera este ranking
con 685 kilos por habitante, contra
105 kilos de una persona en Uzbekistán.
Sin embargo, en las últimas
dos décadas, el aumento en
la producción de desechos domésticos
es muy superior en los Estados Unidos
y Rusia que en Europa occidental.
Así, mientras en Europa aumentó
38 por ciento, en Estados Unidos lo
hizo en 43 por ciento, y en Rusia
el 127 por ciento. En contraste, los
japoneses fueron los más limpios
entre los países industrializados,
con un incremento de generación
de basura de sólo 16 por ciento
en el mismo periodo.
El representante de la AEMA señaló
que como consecuencia de la creciente
demanda de transporte terrestre y
aéreo, los problemas de este
sector se han convertido en el punto
central de la agenda del desarrollo
sostenible de Europa. El consumo
de energía en el transporte
y las emisiones de gases que contribuyen
al efecto invernadero aumentan en
similar proporción al tráfico
de autos y aviones, explicó
McInnes.
Esta preocupación no sólo
implica a los países de la
Unión Europea, sino también
a los de Europa central y oriental,
donde los niveles de motorización
han aumentado en 61 por ciento en
la década pasada. El informe
fue preparado con motivo de la conferencia
ministerial que, bajo el título
"Un Medio Ambiente para Europa",
realizará la Comisión
Económica de las Naciones Unidas
para Europa del 21 al 23 de mayo en
Kiev, Ucrania.
13 de mayo de 2003
Fuente:
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