Tanto la Ciudad
de Buenos Aires como los partidos
del conurbano bonaerense se fueron
desarrollando de espaldas al Río
de la Plata, causando toda una serie
de daños y obstáculos
que, en algunos casos, resultan muy
difíciles de revertir.
Por una parte, como resultado de
carencia de prevenciones, las aguas
del río se contaminaron, por
lo cual no es posible disponer de
balnearios cerca de la ciudad.
Por otra parte, la privatización
de amplios espacios costeros, privó
a los vecinos el derecho de circular
libremente a lo largo de toda la costa.
El afán de ganarle terreno
a las aguas fue alterando y dañando
el entorno vegetal natural, hasta
dejarlo sumamente empobrecido. Finalmente,
en numerosos puntos, la costa fue
utilizada como vaciadero de materiales
de construcción y desechos,
transformando amplias zonas en verdaderos
basurales.
Ante este cuadro, desde la Ciudad
de Buenos Aires se ha venido impulsando,
en los últimos años,
una cierta recuperación del
espacio ribereño; algo similar
se ha tratado de concretar en una
pequeña parte de la franja
costera de Vicente López. Pero
aún así, el espacio
ribereño se mantiene en condiciones
precarias y de difícil acceso.
En la ribera norte del conurbano
abundan los escombros y la basura,
la vegetación se ve reducida;
además, el rellenado disminuye
el cauce y la profundidad del río,
provocando inconvenientes para el
libre escurrimiento de las aguas pluviales,
lo cual causa trastornos cuando llueve
copiosamente.
Justamente, expertos de la Universidad
de Buenos Aires han presentado, a
pedido de un grupo de organizaciones
no gubernamentales de la zona norte,
un informe acerca del impacto ambiental
de esta situación. En el mismo
se señala el carácter
negativo de las actividades llevadas
adelante en el área costera,
y recomienda el cese de todas las
acciones de extracción de vegetales
y agregación de tierras o escombros
hasta tanto no se formule una planificación
integral que pueda revertir el actual
cuadro negativo.
Es de esperar, entonces, que los
estudios sirvan de base a emprendimientos
destinados a recuperar área
ribereña. Para ello resulta
necesario que las autoridades de la
provincia, de los distintos municipios
y también de la Ciudad de Buenos
Aires y de la Nación, acuerden
una estrategia integral, ya que sólo
así las sucesivas generaciones
podrán volver a disfrutar plenamente
del río de aguas color de león.
13 de mayo de 2003
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