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Durante
la época de cría,
se incorporan ejemplares
que emigran procedentes
de otras islas caribeñas
y de la península
de Yucatán. |
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Ariam
Jiménez (izquierda),
jefe del joven equipo de
investigadores, junto a
Antonio Rodríguez,
uno de sus integrantes. |
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Un equipo de investigadores
cubanos liderados por un joven profesor
de la facultad de Biología
de la Universidad de La Habana se
propone lograr que el Refugio de Fauna
Río Máximo, en la centro-oriental
provincia de Camagüey, sea declarado
área de importancia para las
aves por la Bird Life International
(BLI).
Organización No Gubernamental
radicada en el Reino Unido y con partners
en más de 100 países,
la BLI establece esa designación
para llamar la atención sobre
los sitios a priorizar a nivel mundial
en relación con la conservación
de estos animales.
Con 41 100 hectáreas de extensión,
el Refugio de Fauna Río Máximo
posee la mayor concentración
de cría del flamenco rosado
(Caribbean Flamingo) en el Caribe.
Además de que otras especies
amenazadas o vulnerables como la yaguasa
(West Indian Whistling-duck) y el
frailecillo blanco (Snowy Plover),
encuentran allí refugio y alimento.
El sitio está incluido en la
selecta lista denominada RAMSAR de
humedales de importancia internacional.
Ariam Jiménez, al frente del
equipo, refirió que en este
mes de junio harán llegar los
resultados del trabajo de todo un
año al Programa de Conservación
que desarrolla la British Petroleum
(BP) conjuntamente con la BLI y Fauna
& Flora International, además
de que también los divulgarán
en revistas y eventos científicos.
El proyecto Refugio de Fauna Río
Máximo: un humedal cubano de
importancia internacional, obtuvo
en el 2002 uno de los premios que
otorga la BP para apoyar programas
de conservación en el mundo
que desarrollan jóvenes estudiantes
y que priorizan áreas donde
se encuentran especies amenazadas.
Cuenta el joven profesor que a la
lid competitiva se presentaron más
de 300 proyectos, de los cuales solamente
se aprobaron 15, entre ellos el cubano,
que se alzó con una de
las tres medallas de plata otorgadas,
dice con orgullo.
Explica que es a partir de mayo de
ese mismo año y en posesión
de las 5 500 libras esterlinas con
que estaba dotado el premio, que se
hace efectivo este proyecto, cuyo
objetivo es contribuir con información
sobre el estado de las poblaciones
de aves acuáticas en el refugio
y de esa manera favorecer la
designación que establece la
BLI.
A instancias de GI, Jiménez
adelantó que las investigaciones
han podido reafirmar que
el lugar es un sitio de reproducción
muy importante para el flamenco rosado
caribeño, que encuentra allí
refugio y alimentación.
Señaló que en
Cuba existe una población numerosa
de estas aves, pero, durante la época
de cría (de abril a agosto)
también se incorporan ejemplares
que emigran al lugar procedentes de
otras islas del Caribe y de la península
de Yucatán.
Aunque el conteo no ha podido realizarse
todavía porque las aves están
en pleno empolle, Jiménez refiere
que confían en que la
cifra debe ser superior a la de años
anteriores, donde el número
máximo de parejas ha sido de
45.000 ejemplares.
Asimismo, dijo que han contado hasta
160 yaguasas, pero añadió
que la cifra pudiera llegar
a más de 200. Mientras
que en relación con el frailecillo
blanco -especie de la que se tienen
muy pocos datos en Cuba- indica que
la cuenta asciende a 132,
y destaca que el patrón
máximo de esta especie para
el Caribe era de 89 individuos en
Puerto Rico.
El joven investigador está
convencido de que los datos aportados
reforzarán la necesidad de
priorizar está área
exclusiva, donde también habitan
pelícanos, rabihorcados, corúas
de mar, sevillas, patos migratorios,
además de que se ha descubierto
una importante población de
manatíes y cocodrilos americanos.
Hoy este refugio de fauna se precia
de haber alcanzado un balance entre
la actividad socioeconómica
(cultivo de caña y ganadería)
desarrollada por los pobladores y
el entorno, pero no siempre fue así.
Cuenta Jiménez que 20 años
atrás el estado del área
era crítico, como
consecuencia de la pesca intensa,
la extracción de mangle para
usarlo como leña y la colecta
de huevos y crías.
Sin embargo, con los estudios sobre
conservación realizados por
José Morales, actual administrador,
se logra la designación del
sitio como Refugio de Fauna, con la
concebida protección para el
ecosistema, y se comienza toda una
labor de educación ambiental
con los pobladores, que actualmente
se mantiene, para hacerles comprender
la necesidad de proteger a estas especies
que forman parte del patrimonio natural
del país.
En opinión de Jiménez,
el granito de arena de los investigadores
a este trabajo consiste en llamar
la atención no sólo
en Cuba sino a nivel internacional
sobre la importancia que tiene esta
área.
Es por ello que el también
profesor Antonio Rodríguez,
otro de los integrantes del equipo,
informó al semanario que en
julio próximo van a presentar
dos trabajos con los resultados de
esta investigación durante
la reunión de la Sociedad para
el Estudio y la Conservación
de las Aves del Caribe.
Los humedales son ecosistemas de
alta fragilidad y vulnerabilidad que
incluyen pantanos y áreas cenagosas,
tanto litorales como interiores. En
Cuba ocupan aproximadamente 10 410
Km2, lo que representa el 9,3% de
la superficie nacional y son parte
importante e inseparable de la riqueza
y diversidad biológica del
archipiélago.
28 de mayo de 2003
Fuente:
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