Proyecto Salljex:
una oportunidad única para
estudiar el clima. Un operativo internacional
permitirá realizar un detalladísimo
mapa de masas de aire que producen
tormentas. El corredor de vapor de
agua al este de los Andes es un componente
primordial del balance hídrico
de la zona. Uno de los dos aviones
caza-huracanes de los EE.UU. vendrá
a estudiarlo.
Desde noviembre
de 2002 a febrero de 2003, en el norte
argentino todas las miradas se elevarán
al cielo: allí, uno de los
dos aviones caza-huracanes de los
Estados Unidos, equipado con una parafernalia
de sensores y radares, hará
un detalladísimo identikit
de masas de aire que transportan humedad
y favorecen la formación de
lluvias sobre la Cuenca del Plata.
Con científicos
de todo el mundo a bordo, el instrumental
de la nave no sólo monitoreará
esta corriente de viento que sopla
a unos mil metros de altura, sino
que espiará peligrosos sistemas
nubosos, cuna de poderosas tormentas
que abundan en esta parte del planeta.
Mientras tanto,
en tierra firme, una red de 600 pluviómetros
medirán las precipitaciones
durante las 24 horas y también
a diario se lanzarán globos
y radiosondas para tomar nota de la
humedad, la temperatura y el viento
en altura.
Así, este
experimento, bautizado Salljex (South
American Low Level Jet Experiment),
logrará el sueño de
los meteorólogos: obtener una
lluvia de datos que afine las predicciones.
"Una mejor
cobertura observacional contribuirá
a pronósticos más exitosos",
afirma Matilde Nicolini, doctora en
ciencias de la atmósfera e
investigadora responsable en la Argentina
del proyecto Salljex, que forma parte
del Programa Vamos (Variability of
American Monsoons System) dependiente,
entre otros, de la Organización
Meteorológica Mundial.
El Centro de Investigaciones
del Mar y la Atmósfera (CIMA)
del Conicet, en el Pabellón
II de la Ciudad Universitaria, y el
Departamento de Ciencias de la Atmósfera
y los Océanos de la Facultad
de Ciencias Exactas y Naturales de
la UBA serán la base de operaciones
en la Argentina de este proyecto que
abarcará el norte y nordeste
de nuestro país, Bolivia, Paraguay,
Perú y Brasil. Esta ambiciosa
iniciativa contará con el aporte
del Servicio Meteorológico
Nacional, instituciones provinciales
y diversos organismos internacionales.
Monzón
sudamericano
"Siempre se
piensa en Asia cuando se habla de
monzones (es decir, lluvias torrenciales
durante el verano y estación
seca en el invierno). Sin embargo,
América también tiene
el suyo", relata Carolina Vera,
única científica argentina
que integra, como vicepresidenta,
el panel internacional Vamos.
Durante el período
estival, el monzón provoca
precipitaciones en la región
amazónica y en todo el norte
de la Argentina; en esas zonas, la
época invernal es sinónimo
de estación seca. Las características
monzónicas son muy claras desde
el Amazonas hasta el norte de la Argentina.
Pero contrariamente a lo que se espera,
en la zona nordeste de nuestro país
llueve todo el año. ¿Por
qué? "A la altura del
Amazonas ingresan en América
del Sur vientos calientes y húmedos
del Atlántico tropical y se
topan con la cordillera de los Andes,
desviándose hacia la Cuenca
del Plata, donse producen lluvias
a lo largo de todo el año -explica
Vera-. El pronóstico será
mejor cuando se conozca más
sobre este chorro de aire húmedo
conocido como low level jet , que
sopla a mil metros y a una velocidad
de 42 km por hora como mínimo,
requisito básico para ser denominado
jet ", afirma.
Con una avezada
tripulación de 12 personas
y acostumbrado a atravesar tempestades,
el avión WP-3D volará
en zig zag a través de esta
corriente húmeda. Radares en
la trompa, cola y fuselaje e instrumental
de alta precisión a bordo no
perderán rastro de datos cruciales,
seguidos de cerca por meteorólogos,
ingenieros y especialistas de la agencia
NOAA de los Estados Unidos, que dona
100 horas de vuelo, algo así
como 400.000 dólares.
La nave oteará
los riesgosos sistemas convectivos
: sistemas nubosos organizados de
gran desarrollo vertical en que se
producen intensas corrientes de aire
ascendente, descendente y laterales,
además de granizo, precipitación
torrencial, descargas eléctricas
y, eventualmente, tornados.
Esta especie de
infierno en el cielo será observado
desde distintos flancos por este avión.
"El este de la Argentina es uno
de los pocos lugares del mundo donde
se registran sistemas convectivos
tan espectaculares y violentos que
pueden producir considerables daños
económicos e incluso la pérdida
de vidas humanas", ejemplifica
Celeste Saulo, corresponsable del
proyecto de medición en la
Argentina.
"Para predecir
mejor, hay que medir mejor. Es costoso
y generalmente excede los recursos
de un solo país. Por eso, este
experimento realizado conjuntamente
por cinco naciones, y financiado en
gran parte por organismos internacionales,
brinda una oportunidad única",
concluye Vera.
23 de mayo de 2002
Fuente:
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