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Resplandeciente
pero amenazado. |
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Algunas de las más
coloridas y atractivas especies de
peces que nadan en las aguas de los
mares tropicales están siendo
amenazados por la voracidad de los
aficionados a los acuarios, según
Naciones Unidas.
Más de 20 millones de peces
y alrededor de 10 millones de otras
formas de vida marina son atrapados
cada año para alimentar el
negocio. Además, hay una persistente
demanda de ciertas formas de coral.
Los datos provienen de un informe
del Centro de seguimiento del programa
mundial de conservación del
medioambiente de la ONU, basado en
Cambridge, en Gran Bretaña.
El director del programa del medioambiente
de la ONU, Klaus Toepfer, subrayó
la disyuntiva que presenta el problema.
Por un lado, "el comercio global
de especies marinas representa un
riesgo significativo para ecosistemas
invaluables como los arrecifes de
coral", pero por el otro "tiene
un gran potencial como una fuente
de ingreso que desesperadamente necesitan
las comunidades pesqueras".
Además, "coleccionar
peces tropicales le brinda placer
a millones de personas" -señala
el experto.
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Uno
de los más deseados. |
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Esperanza para los pobres
Efectivamente, el informe señala
que a pesar del peligro que el negocio
representa para la vida marina, puede
llegar a ayudar a las comunidades
costeras a salir de la pobreza -si
se maneja apropiadamente.
El valor anual de la industria, concentrada
en Asia suroriental, es de US$2-3
millones. En las Maldivas, un kilogramo
de peces para los acuarios vale casi
US$500, mientras que la misma cantidad
de pescado para comer cuesta apenas
US$6.
El comercio de coral vivo llega a
US$7.000 por tonelada, mientras que
el coral que se usa para hacer piedra
caliza sólo llega a los US$60.
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Pescador
indonesio de caballitos
de mar. |
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La ONU registra que el negocio de
los acuarios le significa US$5,6 millones
anuales a Sri Lanka y empleo a 50.000
personas de bajos recursos. Además,
al parecer actúa como un incentivo
para conservar los peces y los arrecifes.
Sin embargo, a pesar de que el comercio
de peces y otras formas marinas es
principalmente legítimo, el
informe condena ciertos métodos
no sostenibles.
Una de las autoras, Colette Wabnitz,
cita el ejemplo de unos "pescadores
de países como Indonesia, que
usan cianuro de sodio para capturar
a los peces. Botan una dosis casi
letal en el arrecife donde se refugian
los peces, los cuales se marean y
pueden ser capturados y exportados
-pero mueren poco después de
ser vendidos y el químico mata
otras formas de vida".
1 de octubre de 2003
Fuente:
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