El aumento de la
temperatura y el derretimiento de
los hielos eternos en el Artico estarían
presagiando cambios climáticos
globales, según un estudio
de la NASA basado en observaciones
por satélite del casquete polar
norte.
El trabajo, realizado por el investigador
Josefino Comiso, aparecerá
en noviembre en la revista de la Sociedad
Meteorológica Americana. Se
basó en mediciones de las temperaturas
superficiales, tomadas por satélites
entre 1981 y 2001.
El científico comprobó
que en los últimos 20 años,
la tasa de recalentamiento del Artico
ha sido ocho veces mayor a la de los
últimos cien años. Estos
resultados coinciden con estudios
realizados el año pasado, que
revelaron que los hielos perennes
del Artico están declinando
en un 9 por ciento por década.
Estas tendencias podrían tener
enorme influencia en procesos oceánicos,
lo que a su vez impactaría
en el clima del Artico y en el global.
Según la NASA, el recalentamiento
de la atmósfera y la reducción
del hielo oceánico podrían
unirse para liberar importantes cantidades
de dióxido de carbono y metano,
hasta ahora atrapadas en los hielos
eternos. Además, las aguas
recalentadas podrían liberar
gases del suelo oceánico, lo
que empeoraría la contaminación
del Artico por gases de efecto invernadero.
Una situación similar ya había
sido detectada en la Antártida:
en 2002 el British Antartic Survey
advirtió que en los últimos
50 años, la temperatura había
aumentado 2,5º, lo que provocó
grandes desprendimientos de hielo
en las barreras. Sin estas enormes
plataformas de hielo, los glaciares
entregarían más agua
a los mares, algo que ya puede verse
en zonas donde han desaparecido estas
barreras.
25 de octubre de 2003
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