La idea es enseñar
a los propietarios a mantener la diversidad
biológica de la flora nativa;
base informatizada de datos. La experiencia
comenzará en la zona denominada
Chaco Húmedo, que abarca sectores
de esa provincia, Formosa, Santiago
del Estero, Salta y Jujuy. El valor
de los recursos naturales.
Un proyecto para
incentivar a los propietarios de tierras
a emprender la conservación
de las especies forestales nativas
de sus campos, en un esfuerzo por
mantener la diversidad biológica
de la ecorregión del Chaco
Húmedo, se puso en marcha en
Asunción, Paraguay, con la
participación de una organización
no Ggubernamental (ONG) argentina,
de dos paraguayas y con patrocinio
británico.
"Cerca del 90 por ciento de
las tierras argentinas está
en manos de particulares y, detrás
de sus tranqueras, subsiste una parte
importante del patrimonio genético
de la flora nacional, que es menester
preservar", dice Javier Alvarez,
director ejecutivo de la Fundación
Hábitat y Desarrollo.
Esta ONG, junto con la Fundación
Moisés Bertoni y la Asociación
Guyrá, de Paraguay, lanzó
en forma oficial el Proyecto de Información
para la Instrumentación del
Convenio de Diversidad Biológica
en Paraguay y la Argentina, que será
puesto en marcha en un corredor perteneciente
al Chaco Húmedo, entre ambos
países.
Reciben el apoyo de la embajada británica
en Paraguay y del Museo de Historia
Natural de Londres, y de The Darwin
Initiative, una entidad que depende
del Department for Environment, Food
and Rural Affairs (Departamento de
Asuntos Rurales, Alimentarios y del
Ambiente), que asiste con fondos a
los países con riqueza biológica
para desarrollar programas que les
permitan preservarla de la destrucción,
por medio de la educación y
la capacitación.
Inversión y plazo
Con objeto de instrumentar el plan,
que en principio durará tres
años, se invertirán
250.000 libras destinadas por el gobierno
del Reino Unido y una suma similar
será aportada por las fundaciones
locales.
Mal Green, secretario político
de la embajada británica, explicó
que los criterios de The Darwin Initiative
para colaborar con países en
desarrollo incluyen "la concientización
del valor ambiental de las especies
y los proyectos innovadores"
que incluyan algún tipo de
capacitación del personal en
el país elegido.
"Hemos trabajado en el uso sustentable
de plantas medicinales en Ghana, en
la conservación de humedales
en Europa central y de los delfines
de río en Brasil y en Paquistán,
por ejemplo", dice Green.
El fin es convertir a cada productor
que posea campos en esa área
en un cuidador de la riqueza que ellos
atesoran en forma de bosques o pastizales
nativos.
Para ello se deberá crear
una cultura de la conservación,
por medio de una "canasta de
incentivos" que contemple premios
provenientes de la sociedad y de los
mercados.
"Si se puede crear esa cultura,
con incentivos tales como proyectar
su potencial ecoturístico,
despertar el interés y el respeto
de la comunidad local, y quizás
un cierto tipo de certificación
de autenticidad del bosque nativo,
el esfuerzo del terrateniente tendrá
éxito", destaca Alvarez.
Para ello hay que proveer entrenamiento
a los productores y hacerles ver la
importancia que tiene la no utilización
de todas sus tierras para el uso agropecuario
intensivo.
¿Por qué se eligió
la ecorregión del Chaco Húmedo?
Porque, según la fundación,
es la segunda región más
rica de América del Sur, después
de la selva amazónica, y el
60 por ciento de las reservas forestales
de la Argentina está contenido
en esas tierras.
Entrenamiento
El entrenamiento de los productores
y chacareros y el relevamiento taxonómico
(la clasificación de las especies
vegetales) serán realizados
por personal del Museo de Historia
Natural de Londres, con la botánica
Sandra Knapp a la cabeza, que se ocupará
de brindar el know how y luego, del
monitoreo de las operaciones.
Otro paso fundamental es la confección
de una base de datos informatizada
sobre las especies en cada propiedad
privada, que se cargará después
de efectuadas las tareas de campo
y permanecerá en manos de cada
productor, así como de los
investigadores.
El Convenio de Diversidad Biológica
fue firmado en 1992 durante la Cumbre
de la Tierra por 150 países
preocupados por coordinar acciones
para proteger los hábitat,
conservar las especies y la multiplicidad
genética en el planeta.
Este proyecto pretende poner en marcha
los instrumentos que permitan valorizar
la multiplicidad de especies vegetales
y animales en la región elegida,
y poder conservarlos en su hábitat.
21 de octubre de 2003
Fuente:
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