Creen que el
siniestro fue intencional. En 15 días
hubo tres focos ígneos. El
fuego provocó la pérdida
de valiosas especies arbóreas
y animales en la Isla del Sol de Villa
Constitución.
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Las
llamas devoraron la reserva
de isla del Sol. |
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Villa Constitución.-
Un pavoroso incendio destruyó
ayer más del 80 por ciento
de la reserva natural Isla del Sol.
El intenso trabajo desplegado durante
todo el día por bomberos voluntarios
locales no pudo evitar que se perdieran
valiosas especies arbóreas
y de la fauna que convertían
al lugar en una reserva natural única
en la región. Creen que el
origen del incendio fue intencional.
Pese a las constantes advertencias
que desde hacía más
de un mes se habían realizado
desde el municipio en el sentido de
evitar focos ígneos en la Isla
del Sol, y con el antecedente de tres
incendios desatados en los últimos
quince días, dos dotaciones
de bomberos con más de 25 efectivos
no pudieron evitar ayer la destrucción
de gran parte de la reserva natural.
"Esta vez el fuego tomó
toda la zona noroeste de la isla,
que se quemó completamente,
y por primera vez las llamas ingresaron
al monte y provocaron daños
irreparables. El 80 por ciento de
la isla está totalmente quemada,
con la pérdida de retoños
y especies animales", explicó
el jefe del cuerpo de bomberos de
Villa Constitución, Alberto
Rimoldi.
"Trabajamos durante todo el
día, pero el viento noroeste
perjudicó nuestra tarea. Tuvimos
que actuar contra todas las tácticas
de incendio, porque lo hicimos contra
el viento, absorbiendo el humo que
provocó que varios de nuestros
hombres debieran ser asistidos con
oxígeno", añadió.
La reserva natural Isla del Sol es
un área protegida que comprende
330 hectáreas y, pese a ser
una isla, se puede acceder a ella
mediante un camino que la une a la
ciudad. Sus bellezas paisajísticas
atraían a visitantes de otras
regiones, situación que abría
una posibilidad para el desarrollo
del ecoturismo.
Hasta ayer, ese lugar ubicado a cinco
minutos del centro de la ciudad era
un paraíso donde se movían
libremente nutrias, lobitos de río,
carpinchos, comadrejas y hasta lagartos
overos. Era posible verlos entre los
sauzales, montes de alisos, ceibos
y curupíes, mientras las garzas,
aguiluchos, cormoranes, gaviotas o
chorlos se posaban en sus copas.
"Seguramente el fuego no se
inició naturalmente",
aseguró Rimoldi, que de esa
manera abonó las sospechas
de que el origen del incendio haya
sido intencional. Además, el
jefe de los bomberos villenses se
quejó por la falta de apoyo
de las autoridades y otras instituciones.
"Estuvimos muy solos, en ninguno
de los incendios nadie se acercó.
Esta reserva ecológica debería
ser preservada como se hace en otros
lugares, donde es envidiable cómo
trabajan Defensa Civil y organizaciones
ecologistas. En este caso, a nadie
perecería interesarle la Isla
del Sol", sostuvo Rimoldi.
Conmovedor
Si bien han existido comisiones de
protección y resguardo, en
esta realidad de la Isla del Sol hay
una figura que se destaca notablemente
por sobre el resto: el guardaparque
Edgardo Fontana, que desde hace años
dedica todo su tiempo y esfuerzo a
la reserva natural. Ayer, en medio
del incendio, Fontana fue uno de los
que más se debatió contra
las llamas, hasta que el llanto por
tanta belleza perdida lo quebró.
"Ver a un hombre llorando ante
la impotencia fue significativo de
su gran valentía. Esa actitud
de Fontana nos daba más fuerza
para seguir trabajando, pero por momentos
era imposible hacerlo en medio del
humo y se acentuaba más la
impotencia por la pérdida de
tantos años de trabajo y esfuerzo
de este muchacho", reveló
Rimoldi.
El vivero se salvó de las
llamas
El vivero El Guariní, recientemente
inaugurado en la reserva natural,
se salvó de las llamas que
consumieron gran parte de la Isla
del Sol. En ese lugar, solventado
por la Secretaría de Desarrollo
Sustentable y Política Ambiental
de la Nación y la Dirección
Nacional de Recursos Forestales Nativos,
funciona un vivero educativo y de
producción de árboles
autóctonos.
Habida cuenta de los destrozos producidos
por el fuego jugará un rol
protagónico en la paciente
reconstrucción de este incomparable
reducto natural. Precisamente, en
El Guariní se producen actualmente
retoños de guarás, lapachos,
ceibos y espinillos, entre otras especies
autóctonas.
Al inaugurar este vivero, en junio
pasado, el guardaparque Edgardo Fontana
destacó la importancia de "haber
trabajado durante años a brazo
partido en esta reserva, hasta llegar
hoy a este proyecto que contribuirá
a la conservación, a la educación,
la cultura y la explotación
de áreas protegidas de estas
características".
"Es fundamental -aseguró
entonces- que todos nos convirtamos
en defensores de estas áreas
naturales que guardan genéticamente
recursos de miles de años".
2 de octubre de 2003
Fuente:
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