Córdoba.-
Bomberos de varias localidades de
la provincia ayer a última
hora continuaban combatiendo un voraz
incendio que se desató el viernes
último en el noroeste provincial,
en una zona llamada Guasapampa, del
departamento de Minas, muy cerca del
límite con La Rioja.
Las llamas avanzaban a toda velocidad,
alimentadas por la sequía de
los pajonales y por el fuerte viento
que sopló durante todo el fin
de semana. Anteayer cayeron unos pocos
milímetros de lluvia, pero
fueron insuficientes para detener
el fuego.
A su vez, algunos habitantes intentaron
hacer contrafuegos para impedir que
el incendio afectara sus tierras y
eso complicó aún más
la tarea de los bomberos, que, por
las características del lugar,
sólo podían trabajar
por tierra.
Los aviones hidrantes no pudieron
funcionar por la falta de espejos
de agua donde abastecerse y por la
ausencia de pistas cercanas para aterrizar.
Sólo hubo sobrevuelos en helicópteros
para evaluar la situación y
orientar el trabajo de los hombres
que trabajaban en el lugar.
La tarea se complicaba aún
más por la falta de comunicaciones.
En esa zona es difícil que
los teléfonos celulares tengan
señal, y las radios suelen
estar fuera del alcance de las frecuencias.
Las tareas continuarán hoy,
dependiendo del clima. "Si vuelve
a hacer 43 grados la situación
se va a complicar mucho más",
aseguran los expertos.
27 de octubre de 2003
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