La nave zarpó
ayer desde Australia sin especificar
cuál será la ruta que
lo llevará hasta Francia.
La organización
ecologista Greenpeace denunció
que en la madrugada de ayer zarpó
desde Australia un barco cargado con
materiales nucleares que puede pasar
por aguas argentinas.
Los ambientalistas exigieron a Australia
que aclare cuál será
la ruta del carguero, con destino
final en Francia, debido a que en
este tipo de viajes las empresas aducen
que "el capitán de la
nave define su trayectoria en alta
mar" para mantener el secreto
el mayor tiempo posible.
El embarque se realizó bajo
un fuerte operativo policial desde
el puerto de Botany Bay, en medio
de importantes manifestaciones de
los ecologistas, quienes se niegan
a permitir el transporte de estos
materiales en cualquier parte del
mundo.
Los materiales radiactivos provienen
del reactor australiano Lucas Heights
en el carguero Fret Moselle, que puede
utilizar sólo dos rutas para
llegar al puerto francés de
Le Havre: el cabo de Hornos y el de
Buena Esperanza.
Otra ruta que suelen usar estos barcos
es el canal de Panamá, pero
Greenpeace adelantó que está
cerrado para el transporte nuclear,
por lo que en los otros dos casos
deberá pasar por el Atlántico
Sur.
Según estimaciones de Greenpeace,
el navío ingresaría
en aguas argentinas, al sur de Tierra
del Fuego, dentro de 17 días,
alrededor del 13 de noviembre, para
arribar a Francia en los primeros
días de diciembre.
La basura es despachada hacia la
planta de la Corporación General
de Materiales (Cogema), de Francia,
donde se procesan elementos nucleares
de gran cantidad de países.
Vienen por más
"Es el tipo de basura que comenzaría
a ingresar a Argentina si Australia
así lo pidiese en virtud del
acuerdo que ese país quiere
ratificar con Argentina", explicó
Juan Carlos Villalonga, director de
Campañas de Greenpeace Argentina.
En este caso son residuos que poseen
material utilizable para la fabricación
de armas nucleares y fueron generados
en el reactor de Lucas Heights, operado
por el gobierno de Australia.
"Esperamos una sólida
reacción conjunta por parte
de los gobiernos de Chile, la Argentina
y Uruguay, tal como sucedió
en oportunidades anteriores con los
embarques nucleares a Japón",
dijo Villalonga.
El último transporte de material
nuclear por el Cabo de Hornos lo hizo
el barco Pacific Swan, en enero de
2001, y generó una resolución
de la Justicia cuando el buque ya
abandonaba las aguas argentinas.
28 de octubre de 2003
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