Debieron adelantar
el cierre del ciclo lectivo en varias
escuelas salteñas. La escasez
de lluvias y las altas temperaturas
presionan a importantes urbes y causa
mortandad de animales.
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En
Las Jarillas la falta de
agua apremia a todos. |
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La escasez de lluvias
y las altas temperaturas que desde
hace siete meses afectan al norte
argentino amenazan con dejar sin agua
potable a importantes ciudades del
Chaco y La Rioja, forzó la
clausura del ciclo lectivo en algunas
escuelas de Salta y provocó
mortandad de animales y pérdida
de áreas cultivadas.
Las autoridades de las empresas que
tienen la concesión de la distribución
del agua en Chaco y en Salta debieron
desviar el agua que se utiliza para
el riego de los campos a fin de asegurar
la provisión a la población.
En La Rioja, centenares de pobladores
del sur provincial dependen de la
llegada de trenes cisterna enviados
desde Dean Funes, localidad de la
provincia de Córdoba, para
abastecerse de agua, pero este sistema
es insuficiente.
En Salta, 82 escuelas adelantaron
el cierre del ciclo lectivo como consecuencia
del intenso calor y la falta de agua
que padece el alejado departamento
de Rivadavia, en el extremo noreste
de la provincia, y analizan una medida
similar en los departamentos de Orán
y San Martín.
En el Chaco, la sequía dejó
prácticamente sin agua a los
reservorios de la ciudad de Presidencia
Roque Sáenz Peña, ubicada
al noroeste de la capital provincial,
con una población de más
de 90 mil habitantes. Los pobladores
de esa última ciudad tuvieron
que racionarla luego de que los reservorios
quedaran agotados y se resintiera
el suministro desde la ciudad de Barranqueras,
a orillas del Paraná.
En el Chaco, los meteorólogos
afirman que no caerán lluvias
importantes por lo menos hasta el
mes próximo, mientras que el
déficit hídrico afecta
en especial el cultivo del girasol.
Mortandad de animales
En La Rioja, ocho departamentos de
esa región y de la zona rural
del departamento Capital sufren la
escasez de lluvias desde hace casi
siete meses.
El delegado local del Servicio Nacional
de Sanidad Animal (Senasa), Eduardo
Dellepiane, advirtió que ya
se registra una importante mortandad
de animales vacunos en la región.
El sur provincial recibe la asistencia
de un tren cisterna con 120 mil litros
de agua desde Dean Funes, que viene
de la provincia de Córdoba
pero que alcanza para satisfacer sólo
al 10 por ciento de la población
afectada durante una semana.
Las autoridades de la capital riojana
se declararon "en alarma"
y decidieron mermar el caudal de agua
potable que extrae del dique Los Sauces,
la principal reserva acuífera,
previsión tomada porque las
previsiones del Servicio Meteorológico
Nacional indican que, en la zona,
no lloverá hasta fin de año.
Debido a la crítica situación,
el gobierno le pidió a la empresa
Aguas de La Rioja, concesionaria del
servicio de agua potable, que explote
todas las perforaciones para abastecer
a la población.
El gobernador Angel Maza decidió
destinar 100 mil pesos que iban a
ser derivados a la obra pública,
para enviar camiones cisterna a los
lugares más afectados.
Los agricultores salteños
anunciaron que la sequía ya
provocó la pérdida de
3.000 hectáreas cultivadas
con tabaco. En Salta, no habrá
lluvias abundantes por lo menos hasta
principios de diciembre, dicen los
meteorólogos, quienes añaden
que en todo octubre cayeron 9 milímetros
de agua, cuando lo normal es 26 milímetros.
En tanto, en enero, febrero y marzo
de este año, las precipitaciones
fueron de 22 milímetros por
debajo de la media, mientras que en
los siete meses restantes cayeron
23 milímetros por debajo del
promedio en la zona.
Las autoridades salteñas dijeron
que la sequía en esta provincia
es "la más grave que en
los últimos 60 años"
y que se utiliza el poco cauce del
río Arenales para abastecer
a la población aunque ignoran
cuanto más se podrá
soportar este déficit de lluvias.
En el departamento salteño
de Rivadavia hay que sumar a la falta
de agua elevadas temperaturas que
en muchos casos superan los 40 grados
a la sombra, en localidades como Morillo
y Los Blancos entre muchas otras.
Chepes, una muestra de los efectos
del clima extremo
Es uno de los lugares más
golpeados. El deterioro ambiental
deja profundas huellas en la economía
zonal
La localidad de Chepes está
a unos 30 kilómetros al sur
de la capital riojana. Unos 40 chacareros
pelean una lucha desigual para mantener
los pocos animales que todavía
conservan y de los que dependen para
sobrevivir. Fernando Flores, un productor
de la zona y secretario de la Sociedad
Rural chepeña explicó
que la sequía es uno de los
factores que provocan gran presión
en el sistema agropecuario, pero no
es el único.
Flores explicó al diario Nueva
Rioja que "hay un grave deterioro
ambiental y no sólo porque
no llueve. La flora autóctona
ha ido desapareciendo" por las
explotaciones de carbón, leña
y el sobrepastoreo de los campos".
Flores está convencido de
que la mayor causa de la crisis agropecuaria
es "la presión constante
del hombre sobre los recursos. Es
un círculo vicioso: a mayor
pobreza, más degradación
del monte natural y otra vez más
pobreza".
En Las Jarillas, la realidad aprieta
sin asco. Jesús Flores transita
al paso de su mula el camino de ripio
hacia Chepes arreando un puñado
de vacas y terneros. Los animales
muestran en carne propia los estragos
de la sequía: costillas marcadas
y caderas que sobresalen son los signos
de la falta de pasto.
Otro pequeño productor ganadero,
Pablo Quevedo, indicó que tiene
"un poco de agua para 10 o 15
días para 40 productores y
1.100 animales" de la zona.
Quevedo se queja de la especulación
de muchos compradores de ganado que
vienen de otras provincias a aprovecharse
de la situación. "Están
vendiendo vacas a 80 y 100 pesos",
dice (el precio, por un animal de
400 kilos es de unos 350 pesos como
mínimo). "Así uno
vende 10 vacas y va a poder comprar
2".
En las Jarillas, cuando las cisternas
que recogen el agua de las lluvias
se secan, las personas deben tomar
agua de las mismas represas donde
abrevan los animales. Sólo
algunos le ponen algo de lavandina.
En los últimos días,
la Municipalidad de Rosario Vera Peñaloza
está haciendo un promedio de
cinco viajes por jornada para llevar
agua a los vecinos, pero no alcanza
para los animales.
Pérdidas por 300 millones
Las pérdidas en la cosecha
de trigo en Córdoba llegarán
a los 300 millones de pesos según
estimaciones oficiales. La Comisión
Provincial de Emergencia Agropecuaria,
que encabeza el secretario de Agricultura
Carlos Presas, resolvió ampliar
la declaración de emergencia
agropecuaria a nuevas zonas que se
vieron afectadas por los incendios
y la sequía.
De acuerdo con datos oficiales, las
pérdidas en la cosecha de trigo
alcanzarían los 300 millones
de pesos, y las caídas en los
rendimientos estarían entre
el 45 y 50 por ciento.
A comienzos de este mes, la comisión
había recomendado la declaración
de la emergencia por 180 días,
con prórrogas de vencimientos
para los afectados en distintos departamentos
que ahora fue ampliada.
Por su parte, la agencia zonal Río
Cuarto de Agricultura calculó
las pérdidas del rendimiento
de trigo en un 70 por ciento, en los
departamentos Roque Sáenz Peña
y General Roca, incluidos los sectores
para el pastoreo de ganado.
Por los incendios, que afectaron
unas 54 mil hectáreas, se declaró
la emergencia en los departamentos
Calamuchita, Punilla, Sal Alberto,
San Javier y Santa María.
26 de octubre de 2003
Fuente:
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