Aprendiendo los
procesos moleculares que causan que
las larvas de las termitas crezcan
como obreras, soldados o adultos reproductores,
los científicos esperan desarrollar
nuevos métodos que permitan
diezmar las molestas colonias que
ahora devoran madera valiosa.
Los investigadores de la Purdue University
identificaron 25 genes que proporcionan
una parte de la información
que necesitamos para saber cómo
se diferencian estos insectos en función
del papel que les tocará jugar
dentro de una colonia. Según
el estudio, el nivel al que algunos
de estos nuevos genes descubiertos
se expresan difiere dependiendo de
en qué forma adulta de la termita
se convertirá el insecto.
Muchos de los genes encontrados,
explica Michael Scharf, profesor de
entomología, están implicados
en la función muscular. La
mayoría de las proteínas
relacionadas con los músculos
están expresadas en las termitas
soldado, y no en las obreras. Las
soldado poseen grandes cabezas y mandíbulas,
de manera que precisan más
músculo en esta zona para poder
utilizarlas apropiadamente. Pero las
termitas soldado no tienen alas, de
manera que no poseen músculos
de vuelo, como sí poseen las
ninfas en desarrollo, que se convertirán
en adultos alados para la reproducción.
Aunque podrían existir cientos
de especies de termitas en el mundo,
de diferentes tamaños y viviendo
en distintos tipos de colonias, todas
tienen similitudes. Todas, en efecto,
comen madera y plantas con un alto
contenido de celulosa. Son muy sociales
y forman relaciones monógamas
en las que el rey y la reina se alejan
de la colonia original para formar
otra nueva. Las larvas de las termitas
pueden ser miembros de una de las
tres castas antes mencionadas: soldados,
obreras y ninfas que se desarrollarán
como machos y hembras reproductores.
Las soldado guardan la colonia pero
no pueden reproducirse, volar o alimentarse
por ellas mismas. Las obreras alimentan
a las otras termitas, cuidan las larvas
y los insectos jóvenes, y cavan
túneles. Las aladas pueden
volar y reproducirse.
Las termitas poseen una hormona,
llamada hormona juvenil, que es muy
importante durante su desarrollo.
La tienen cuando son inmaduras. Cuando
desaparece, se convierten en adultas.
Los científicos de Purdue han
descubierto que si se trata a una
obrera con esta hormona, se convierte
en soldado. También han visto
que en las colonias normales, algunas
ninfas empiezan a desarrollar ojos,
alas y una anatomía reproductora,
pero que también pueden perder
estas características para
convertirse en obreras.
El objetivo pues es intentar modificar
las proteínas en las termitas
para que las obreras se conviertan
en soldados indefensos, lo que transformaría
a un 75 por ciento de los miembros
de una colonia en este tipo de insecto.
Ello sería letal para las termitas,
y tendría un mínimo
impacto ambiental. Dado que las aladas
y las soldados no pueden alimentarse
por sí mismas o cavar túneles,
y dado que las obreras y soldados
no pueden reproducirse, las termitas
morirían rápidamente,
y con ellas la plaga que producen
en algunos lugares.
28 de octubre de 2003
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