Un informe del
organismo señala que Argentina
es uno de los países que están
a la cabeza de ese negocio.
Un informe de la
Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) destaca el importante crecimiento
de la producción orgánica
en la Argentina y señala que
ese segmento ofrece altas posibilidades
para la exportación en los
países en desarrollo.
"En 1987 sólo
cinco agricultores en Argentina cultivaban
alimentos orgánicos. Hoy el
sector entero alcanza los 20 millones
de dólares", indica el
informe de la FAO, presentado en una
conferencia en Trinidad Tobago.
También
se destaca que "la variedad de
fruta y verdura producida en Argentina
va desde las peras a las manzanas,
pasando por mandarinas, uva, remolachas
y zanahorias".
Según señala
la organización de la ONU "el
mercado de la fruta y verdura orgánica
ofrece un potencial significativo
para que los países aumenten
los ingresos procedentes de la exportación".
Además sostiene
que la agricultura orgánica
sirve para que las naciones en desarrollo
"diversifiquen su base agrícola'.
Los principales
mercados
El trabajo, denominado
"Mercados Mundiales para la Verdura
y la Fruta Orgánica",
destaca que se ha producido en los
últimos años un "crecimiento
fuerte y estable," en el consumo
de esa clase de alimentos, lo que
lleva a que ocupen "un puesto
relevante en el mercado".
Según la
FAO la producción ecológica
también representa un buen
negocio, ya que según indica
"el valor de las ventas ha aumentado
en la mayor parte de los mercados
a un porcentaje anual del 20 al 30
por ciento".
De acuerdo con
los datos del organismo, los principales
consumidores de orgánicos son
Estados Unidos (8.000 millones de
dólares), Alemania (2.100 millones
de dólares), Reino Unido (2.100
millones de dólares), Italia
(1.000 millones de dólares)
Francia (850 millones de dólares)
y Suiza (450 millones de dólares).
"Se prevé
que el consumo de alimentos orgánicos
sobrepase la producción interna
de los mismos en los países
desarrollados, haciendo así
que haya que recurrir a importaciones
significativas de estos productos",
agrega el informe. A pesar de ello,
esa clase de producción no
supera al uno por ciento del total
de consumo de alimentos de todo el
mundo, lo cual deja un gran campo
de crecimiento.
Entre los obstáculos
que deberían sortear países
como Argentina, la FAO señala
que "los países desarrollados
pueden no aceptar productos de los
países en vías de desarrollo,
porque no se fían de los sistemas
de certificación orgánica
de esos productos".
"Los responsables
de las decisiones en el sector público
y privado carecen a veces de la información
necesaria para tomar decisiones relativas
al desarrollo de la producción
orgánica", agrega el trabajo.
24 de noviembre de
2002
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