Los vecinos también
se quejan por el olor que genera un
montículo de estiércol
cercano a la costa.
Andino. - Ante las innumerables denuncias
que vecinos vienen realizando por
los olores nauseabundos que provienen
del frigorífico Larrauri de
la empresa Finlar, propiedad del concejal
rosarino Oscar Popi Larrauri, ubicado
a orillas del río, la autoridad
comunal realizó una constatación
con escribano. Asimismo, se tomaron
muestras de desechos que se arrojan
a las aguas del Carcarañá
a través de un caño,
de los que se tomaron muestras y se
mandaron analizar.
En el procedimiento, del que participó
el presidente comunal Oscar Pagnucco,
el ingeniero Oscar Morgades; el apoderado
general de la comuna, Víctor
Luna, y el escribano Oscar Luna, se
comprobó en un terreno lindero
perteneciente a la comuna la existencia
de un montículo de estiércol
de más de un metro de altura,
con un volumen aproximado de 3,5 metros
cúbicos. Muy cerca del lugar
viven varios vecinos, quienes han
hecho oír sus quejas.
También se constató
un desagüe proveniente del interior
del establecimiento con restos de
residuos orgánicos sólidos,
así como un caño plástico
del que salía un líquido
marrón oscuro que al entrar
en contacto con el agua del río
producía una abundante espuma
de color blanco.
Pagnucco señaló que
hace un tiempo los vecinos venían
manifestando sus quejas respecto del
olor que, "cuando hay viento
también se percibe en varios
lugares del pueblo". El funcionario
indicó que se les hizo llegar
a las empresas de la localidad la
ordenanza sobre medio ambiente.
"El fin de semana pasado el
olor era impresionante, por lo cual
hicimos la constatación. Luego
de los análisis veremos que
medida hay que tomar. No me opongo
a que tiren líquidos al río,
pero sí a que contaminen, porque
no es lo mismo. El sábado,
por ejemplo, muy cerca de ese desagüe
había gente pescando, y queremos
tener la seguridad sobre qué
es lo que están tirando",
indicó Pagnucco.
La relación entre la comuna
de Andino y la empresa no es buena.
La administración local le
inició a la firma un juicio
en reclamo de una deuda por tasa de
abasto, un importe fijo que se paga
por animal faenado mensualmente. La
empresa habría dejado de pagarlo
tras no ponerse de acuerdo con el
importe a abonar. Según fuentes
consultadas, lo demandado sólo
por el período 2001 ascendería
a 160 mil pesos.
3 de agosto de 2002
Fuente:
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