Protesta de vecinos
por los gases de un basural . Es el
de Villa Dominico. Familias que viven
en las Torres de Wilde cortaron ayer
una de las entradas a ese relleno
sanitario del CEAMSE. Dicen que respiran
veneno. Y exigen respuestas.
Dicen que viven
respirando veneno. Un veneno silencioso
y con olor a basura podrida. Justo
esa que tienen frente a sus narices
todos los días. Son familias
que viven en las Torres de Wilde,
un complejo que se levanta de cara
al relleno sanitario del CEAMSE (Coordinación
Ecológica Area Metropolitana
Sociedad del Estado). Y que ayer cortaron
una de las entradas a ese relleno
para exigir respuestas inmediatas:
sus hijos tienen enfermedades graves
que ellos atribuyen a los gases que
emana el basural.
"Que quede
claro: no queremos más palabras.
Queremos que el CEAMSE pare de tirar
gases", dice Marcela Adriani.
Su hijo Fabrizio, de 9 años,
murió en noviembre del 99.
Tenía un
mal parecido a la leucemia, llamado
linfoma No Hodgkin. Y ella está
segura de que la enfermedad vino de
la basura que tiene todos los días
frente a su casa. Pero no es la única.
Ayer, Marcela, junto con otras madres
y unos cien vecinos de Don Bosco y
Bernal, decidieron cortar una de las
entradas al relleno sanitario de Villa
Dominico.
Durante el tratamiento
de Fabrizio, Marcela se enteró
de que esa enfermedad y las leucemias
"pueden estar relacionadas a
la exposición de agentes externos
como el benceno, el tolueno y las
dioxinas". Enseguida miró
hacia el CEAMSE. Y rápido saltaron
más casos. Casi todos en las
Torres. O cerca de ellas. En total,
según cuentan las madres, son
19 chicos con algún tipo de
leucemia.
Silvia Maciello
es la mamá de Ezequiel, un
chico de 17 años que tiene
leucemia. Como Fabrizio, le detectaron
la enfermedad a comienzos del 99.
"Todos los casos empezaron en
enero de ese año", asegura
Silvia. Ezequiel aún está
en tratamiento.
Para esa misma
época, Marcelo Blanco, de 16
años, que vive pegado a las
Torres, también se enfermó
de leucemia. Ayer, el chico estaba
en el corte. Ya está mejor,
pero sigue medicado.
El CEAMSE niega
que esto pueda ocurrir. Una alta fuente
de ese organismo le dijo ayer que
"especialistas en cáncer
y leucemias nos dijeron que estas
enfermedades tienen causas desconocidas,
y no se dan de un momento para el
otro como un virus". Es más:
según la fuente consultada,
"si las causas fueran exógenas,
habría que estar expuesto durante
muchos años.
Además, se
habla de 20 casos, pero con nombre
y apellido nosotros no conocemos más
de cinco".
Veinte o cinco.
Acaso el número sería
lo de menos si se comprueba una relación
estrecha entre la basura que acumula
el CEAMSE y los casos de leucemia.
Los vecinos se sienten atrapados desde
hace tiempo. Algunos sostienen que
todo empeoró a partir del incendio
en el relleno sanitario, el 11 de
diciembre del 98. Al mes siguiente
empezaron los casos.
Desde entonces,
las mujeres que ayer cortaron una
entrada del CEAMSE se convirtieron
en las "Madres de las Torres
de Wilde". Y empezaron a movilizarse
en contra de la basura: hicieron una
denuncia judicial, reclamaron a decenas
de funcionarios, llegaron al directorio
del CEAMSE.
A todos pidieron
que se controlara el venteo de gases
que emana ese relleno sanitario. Porque
de ahí, están seguras,
surge el compuesto que está
enfermando a sus hijos. Y también
de la contaminación en las
napas de agua. Un informe hecho en
la Secretaría de Desarrollo
Ambiental de Quilmes sobre parte del
relleno concluye que "la contaminación
de las napas freáticas estaría
excediendo los valores límite
permitidos para el vuelco a colectores
cloacales y lo absorbido por el suelo".
El olor ácido
de las gomas incendiadas disimula
el aire nauseabundo que viene las
montañas de tierra del CEAMSE.
Es el mismo aire que penetra mañana,
tarde y noche en cada rincón
de esas torres de departamentos (donde
viven unas 12.000 personas) y el barrio
que las rodea.
Ahora "Las
madres" (como las conocen todos)
están haciendo un relevamiento
junto al Municipio de Avellaneda en
todas las Torres, familia por familia.
Se busca detectar posibles casos como
los que sufren sus hijos. U otras
enfermedades.
En el CEAMSE aseguran
que están tratando de evitar
los olores molestos. "Pero los
olores no son causa de cáncer",
dijo una fuente del directorio de
la empresa. Y remarcaron que se instaló
una planta de tratamiento de los líquidos
que produce la basura y que están
controlando que no contamine las napas.
Y que además los gases que
se generan, principalmente metano,
"siempre midieron muy por debajo
de los límites permitidos".
Para la empresa,
los malos olores que se sienten en
esa zona no sólo vienen del
relleno sanitario. Señalaron
al arroyo Santo Domingo, que recibe
los residuos químicos de las
curtiembres de la zona. Y al polo
petroquímico de Dock Sud, que
también larga al aire sustancias
tóxicas.
Pero para las madres,
lo que importa es que esas emanaciones
dejen de existir. Y quieren una respuesta.
Una enfermedad
que la ciencia trata de descifrar
El origen de la
leucemia es, por ahora, un misterio
para la ciencia. Aunque se ha avanzado
mucho en las investigaciones, todavía
no se conoce una causa única.
Al parecer, sería resultado
de la combinación entre una
predisposición genética
y algún factor ambiental, según
los especialistas.
"Cómo
se origina la leucemia es todavía
algo que se está investigando.
Al parecer habría modificaciones
genéticas por una predisposición,
a las que se les suma otra sustancia.
Así se formaría un clon
maligno, que genera la enfermedad",
explicó el médico Daniel
Freigeiro, del servicio de Hematología
del Hospital de Niños Ricardo
Gutiérrez. Pero aclaró
que, por ahora, sólo se trata
de una hipótesis, que se está
investigando con la ayuda de los últimos
avances en biología molecular.
Lo que ocurre para
que aparezca la leucemia, señaló
Freigeiro, es que un grupo de células,
en determinado momento, escapan del
control del organismo y se convierten
en malignas. "¿Por qué
ocurre eso? Ahí entra lo tóxico,
los factores ambientales", indicó.
Según este
médico, "es difícil
hablar de un único factor ambiental.
En los chicos, sobre todo, es evidente
que existe una alteración genética
desde el vamos, porque no han estado
expuestos a una sustancia tóxica
durante un largo período de
tiempo, como puede ocurrir con un
adulto".
Pero, agregó,
"evidentemente hay sustancias
que favorecen la producción
de leucemia, como el benceno, un derivado
del petróleo". En la Argentina
se han hecho pocos estudios en relación
a esto, pero en otros países,
como Inglaterra, sí se ha analizado
la incidencia de factores tóxicos
"y se comprobó que pueden
provocar leucemia en personas con
predisposición", contó
Freigeiro
Cómo debe
funcionar un relleno sanitario
Vecinos y ambientalistas
vienen denunciando que en Dominico
la emisión de gases no metánicos,
algunos cancerígenos, alcanzaría
1.500 toneladas anuales, superando
ampliamente los valores permitidos.
1) Cómo se
rellena
El área se divide en módulos.
Los camiones circulan por terraplenes
hasta el módulo que se está
llenando.
2) Gases
La descomposición de basura
produce gases, principalmente metano,
que se eliminan por venteo.
3) Extracción
de líquidos.
Deben ser retirados para recibir tratamiento.
4) Cobertura de
los desechos.
La basura debe ser tapada cada día
con una capa de tierra compactada
de 20 cm. Según vecinos de
la zona esto no se cumple.
5) Módulo
limitado por una pared de arcilla.
6) Pozos de control
de napas
Permiten tomar muestras aguas arriba
y aguas abajo, según el escurrimiento
de las napas.
7) Impermeabilización
El relleno debe estar perfectamente
aislado para evitar que la filtración
de líquidos contamine las napas.
Para eso la base del relleno se cubre
con una capa de polietileno de alta
densidad. En Dominico no se colocó
membrana porque, según el CEAMSE,
los suelos son impermeables.
Distintos estudios
indican que en determinados lugares
el suelo sería permeable y
que las napas estarían contaminadas.
7 de diciembre de 2001
Fuente:
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