Estaban en 10
contenedores. Nadie sabe cómo
llegó al país. Los peritos
determinaron que no es radiactiva,
pero igual creen que podría
resultar peligrosa para el ambiente.
Un material sospechoso, presuntamente
tóxico, fue encontrado ayer
dentro de diez contenedores abandonados
en la terminal 5 del Puerto de Buenos
Aires, adonde habrían llegado
en forma ilegal, informó la
Prefectura Naval Argentina. El material
habría arribado al país
en un barco procedente de Alemania,
pero la sustancia posiblemente peligrosa
sería de procedencia rusa.
El jefe de la división Protección
Ambiental de la Prefectura, prefecto
Carlos Elizarán, dijo que los
peritos de la Comisión Nacional
de Energía Atómica (CNEA)
determinaron que no se trata de material
radiactivo. Sin embargo, todavía
no se sabe con exactitud qué
es.
La investigación se inició
por la mañana, cuando personal
de la Aduana detectó que de
uno de los contenedores ubicado a
la vera del Río de la Plata
salía una sustancia sospechosa.
El funcionario avisó a la Prefectura
Naval, que inmediatamente explicó
Elizarán puso en práctica
el Sistema Nacional de Respuesta a
Derrames y concurrió al lugar
a ver de qué se trataba.
El material es granulado, color blanco,
y estaba en grandes bolsas de tela
que llevaban inscripciones en ruso.
Los contenedores, apilados unos sobre
los otros, eran los clásicos,
de color azul y rojo. No tenían
ningún símbolo que indicara,
como es rutina en estos casos, que
el material que llevaban dentro podía
resultar peligroso.
Las autoridades de la Aduana, cuyo
director es actualmente el ex diputado
justicialista Mario Das Neves, se
comunicaron con el supuesto importador,
quien se negó a reconocer los
contenedores. Como consecuencia de
esto, se pidió autorización
al juez en lo penal económico
de turno, Marcelo Aguinsky, para poder
abrir los embalajes.
El importador sería una empresa
del rubro de papelería de la
Capital Federal. Los dueños
de esa empresa dicen no tener nada
que ver con los contenedores.
En la Aduana no descartaron que la
sustancia incluida en las bolsas pudiera
ser algún tipo de desecho tóxico
y reconocieron que, de ser así,
no sería la primera vez que
sucede. "Es una práctica
habitual en esta actividad. Sucede
cuando alguien, especialmente desde
Europa, quiere deshacerse de sustancias
tóxicas. Para concretarlo,
las envía a países alejados
y les traslada el problema a ellos",
especularon los voceros.
Peritos de Prefectura y la Aduana,
vestidos con trajes especiales para
evitar contaminaciones, extrajeron
muestras de cada uno de los contenedores.
En los próximos días,
las sustancias serán analizadas
en laboratorios y los resultados se
conocerán recién dentro
de una semana. El juez Aguinsky abrió
una investigación sobre el
tema.
9 de marzo de 2002
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