Buscan soluciones
para la cuenca. El control de las
inundaciones, la contaminación,
la altura de las napas freáticas
y la rehabilitación del transporte
fluvial, entre otros, son los temas
por analizar.
Comenzó ayer el Foro para
el Desarrollo Sostenible de la Cuenca
Matanza-Riachuelo, una de las vías
fluviales más contaminadas
del país y que constituye un
importante pasivo ambiental para los
vecinos y las economías de
los municipios que la componen, incluida
la Capital.
Organizado por la Fundación
Ciudad, el objetivo del foro, que
terminará mañana en
la Universidad de Lanús, es
despejar la clave para comenzar un
trabajo efectivo que permita mejorar
la calidad de vida de aquellos que
viven en su cuenca.
Es que hasta el momento, y a pesar
de que contaba con un crédito
internacional de 250.000.000 de dólares
más una contrapartida nacional
de igual monto, sólo se invirtieron
en obras concretas 1.612.960 pesos.
El control de las inundaciones, la
construcción o el mejoramiento
de los drenajes urbanos, soluciones
efectivas al problema de la altitud
de las napas freáticas, el
control de la contaminación,
la gestión racional de los
residuos sólidos, el transporte
y la rehabilitación fluvial
y urbana de la cuenca son algunos
de los temas abordados durante el
Foro.
Durante la primera jornada, con la
colaboración en la iniciativa
del Centro de Estudios Urbanos y Regionales
(CEUR) y la Universidad Nacional de
Lanús, fue presentado en la
Facultad de Derecho de la UBA un video
en el que expertos, empresarios, ONG
y vecinos de la cuenca dieron testimonio
acerca de la degradación de
la vida, por inundaciones, enfermedades
y pérdidas materiales a lo
largo del territorio afectado.
Tanto los municipios representados
como las organizaciones intermedias
y los vecinos que participaron de
los talleres manifestaron la necesidad
de que todas las partes tengan voz
y voto en la decisión y en
el control de las obras ligadas directamente
a la cuenca.
Citaron como ejemplo la falta de
consulta previa a la hora de encarar
los trabajos que culminaron con el
entubamiento del arroyo Cildáñez.
La cuenca Matanza-Riachuelo se asienta
sobre una extensión de 2238
kilómetros cuadrados, a lo
largo de una débil pendiente
de 64 kilómetros por 35 kilómetros
de ancho en el que viven alrededor
de 3.500.000 personas y que atraviesa
los municipios de Cañuelas,
General Las Heras, Marcos Paz, Merlo,
La Matanza, Ezeiza, Esteban Echeverría,
Almirante Brown, Lomas de Zamora,
Lanús y Avellaneda, y la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
2 de noviembre de
2002
Fuente:
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