Utiliza un combustible
que no contamina y disminuye el ruido
de los motores.
La selva misionera,
en el Parque Nacional Iguazú,
sufrirá un menor impacto ambiental
pese a que este año se estima
que será visitada por unos
100 mil turistas más. La menor
contaminación se debe a que
los camiones que transportan a los
visitantes por los senderos serán
alimentados con gas licuado de petróleo
(GLP), un combustible que no contamina
y disminuye el ruido de los motores.
La empresa Iguazú Jungle Explorer
adaptó todos sus vehículos
por recomendación de las autoridades
de Parques Nacionales. El viernes
recibió en comodato de la empresa
YPF Gas los dos tanques que almacenan
unos 12 mil litros de combustible
y una estación de carga que
funciona dentro del Parque, a poco
metros del sendero Yacaratiá.
Los camiones Unimog fueron equipados
con tanques de 80 litros, lo cual
le da una autonomía de 160
kilómetros, el equivalente
a ocho recorridos por el camino que
atraviesa la selva desde el Centro
de Recepción del Parque hasta
el río Iguazú, donde
los turistas abordan un bote semirrígido
de la misma empresa para literalmente
ser bañados por la bruma de
las Cataratas.
El Parque Nacional Iguazú
es el pionero en el uso del GLP en
la Argentina. En 2001 inauguró
el tren a gas que transporta silenciosamente
a los visitantes hasta las pasarelas
que conducen a los circuitos Inferior
y Superior y la Garganta del Diablo.
Según los técnicos
de YPF Gas, el gas licuado de petróleo
que también se comercializa
en garrafas de 10 y 45 kilos para
uso domiciliario reduce sensiblemente
las emisiones contaminantes y el ruido
del motor es de apenas el 50 % comparado
con otro alimentado a nafta.
Este cambio tendrá ventajas
principalmente para los turistas,
que podrán apreciar el canto
de los pájaros y escuchar los
ruidos de la selva cada vez que el
vehículo se detenga sobre el
estrecho camino que desciende hasta
el cañón por donde corre
veloz el Iguazú.
28 de setiembre de
2003
Fuente:
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