Organizaciones
ambientales piden informes oficiales.
Renace, Red Nacional
de acción ecologista compuesta
por 78 Organizaciones ambientalistas
del país, solicita datos oficiales
a la Subsecretaría de Política
Ambiental.
Trieco, Ecosystem, Marcos Martín,
y las plantas ubicadas en Dock Sud
de YPF y Shell son las plantas objetivo
para determinar las características
de las emisiones gaseosas que generan.
Luego del informe de la Agencia de
Cooperación del Japón
sobre Villa Inflamable, los peores
presupuestos se sospechan de las empresas
con venteos de residuos gaseosos.
Las organizaciones nucleadas en la
Red nacional de Acción Ecologista
solicitaron a la Subsecretaría
de Política Ambiental de la
provincia de Buenos Aires que se les
entregue la información referida
a los análisis oficiales de
gases que emiten importantes empresas.
Se trata de Trieco, Ecosystem, Marcos
Martín, y las plantas ubicadas
en Dock Sud de YPF y de Shell. A su
vez solicitan que los datos oficiales
contemplen los laboratorios que realizaron
las consabidas muestras a fin de identificar
claramente el cumplimiento de las
normas vigentes y el desempeño
de la cartera.
El mes próximo pasado asistimos
a un fuerte intercambio de acusaciones
mutuas entre la Subsecretaría
de Política Ambiental y los
tratadores de residuos patogénicos
y en el día de la hoy se conoció
que una de las empresas que se encargan
del transporte y disposición
final de residuos hospitalarios fue
sancionada por el Ministerio de Salud
de la Nación. Precisamente
la red solicita datos de Ecosystem
S.A., suspendida del Registro Nacional
de Generadores y Operadores de Residuos
Peligrosos por seis meses, sanción
avalada por la firma del secretario
de Ambiente y Desarrollo Sustentable
nacional, Atilio Savino y de otras
empresas del sector.
Esta penalización se aplica
tras haberse comprobado que Ecosystem
incurrió en varias irregularidades
tales como haber tratado residuos
radiológicos de categorías
para las que la firma no está
autorizada; haber simulado transportar
y operar residuos de categorías
diferentes a aquellas que en realidad
disponía; haber extendido certificados
de destrucción de esos residuos
sin autorización; y haber almacenado,
sin la habilitación correspondiente,
residuos de varias categorías.
Resulta evidente que estamos ante
un problema de graves consecuencias
tanto en los aspectos referidos a
la salud de la población como
a una trama de manejos nada claros,
que darían cabida a sospechas
de corrupción.
La evidencia que hay acerca de la
contaminación que generan las
incineradoras, es contundente. En
varias localidades argentinas y en
países del primer mundo, se
ha decidido abandonar esa forma de
destrucción de desechos. Además,
existe el Convenio de Estocolmo, firmado
por nuestro país en mayo del
2001 a la espera de ratificación,
convenio que busca la reducción
y la eliminación de las fuentes
que descargan contaminantes orgánicos
persistentes al ambiente.
Las incineradoras, aún las
más modernas, producen ese
tipo de contaminantes, entre ellos
las dioxinas y furanos (sustancias
muy tóxicas y causantes de
cáncer) además de metales
pesados, cadmio, plomo y mercurio,
entre otros, responsables de numerosos
trastornos de la salud.
Renace participará en Rosario
el 27 y 28 de setiembre, del encuentro
de la Coalición Ciudadana Antiincineración,
a fin de incorporar mayores elementos
técnico científicos
para sus presentaciones.
Para más información
comunicarse con Silvana Buján,
Coordinadora de la Renace y presidente
de Bios. Teléfono: +54-223-4801258,
E-mail: ecosil@speedy.com.ar
25 de setiembre de
2003
Fuente: Red Nacional
de Acción Ecologista
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