Prospección
sísmica pone en grave peligro
la biodiversidad marina y los recursos
pesqueros de la costa peruana.
El proyecto de prospección
sísmica de la compañía
Petro-Tech Peruana S.A. que se desarrollará
frente a la costa central del Perú
pone en grave peligro la biodiversidad
marina y sus recursos hidrobiológicos.
Un cuestionable estudio de impacto
ambiental de la compañía
Walsh Peru S.A. oculta los verdaderos
riesgos del proyecto. Mundo Azul demanda
una revisión del proyecto.
Mucho antes de la extracción
de la primera gota de petróleo
del fondo marino, las tecnologías
empleadas en la exploración
de petróleo ocasionan ya un
impacto a la diversidad biológica
marina. La tecnología utilizada
se llama prospección sísmica,
la cual consiste en mandar ondas de
choque hacia el fondo del mar, empleando
los así llamados "air-guns".
Esta tecnología indica la presencia
de formaciones rocosas y posibles
depósitos de petróleo
en el fondo marino.
En este momento la compañía
Petro-Tech Peruana S.A. está
solicitando un permiso al Ministerio
de Energía e Minas para bombardear
la vida marina frente a la costa central,
desde el Callao hasta Pisco durante
seis meses, con 77,167 descargas explosivas
para la adquisición sísmica
bidimensional y con 288,000 descargas
explosivas para la adquisición
sísmica tridimensional. Un
solo minuto de exposición a
un sonido en el ambiente de 130 decibeles
causa la perdida permanente de la
audición en un ser humano.
Cada una de las 365,000 descargas
sísmicas previstas en el proyecto
causará debajo del agua un
ruido de 208 db, siendo esto 100,000
veces mayor al nivel de ruido que
produce la perdida permanente de la
audición en los humanos.
De acuerdo al estudio de impacto
ambiental de la compañía
Walsh Peru S.A. lo señalado
no es un problema. Dicen que: "la
posible pérdida de individuos
de especies (de peces) se considera
de poca significación directa
y con baja probabilidad de ocurrencia."
De acuerdo a Walsh "la mayoría
de mamíferos marinos tiene
una tolerancia considerable al ruido
generado por los barcos." Y en
otro lugar dice: "El alejamiento
temporal de algunos individuos de
especies se considera de ocurrencia
inevitable, directo y poco significativo."
La verdad, sin embargo, es otra:
Las ballenas y los delfines, especies
protegidas en vía de extinción
en el Perú, son sumamente sensibles
a los sonidos porque todos los aspectos
de su vida, la alimentación,
la comunicación entre ellos,
la reproducción y las interacciones
sociales complejas dependen de la
acústica.
Estudios científicos a nivel
internacional han mostrado que los
ruidos fuertes generados por las explosiones
sísmicas dañan la capacidad
de ecolocación de las ballenas.
En áreas de prospecciones sísmicas
aumenta significativamente el número
de ballenas jorobadas capturadas en
las redes pesqueras. Heridos por el
ruido, los animales aparentemente
pierden la capacidad de usar su ecolocación
para evitar las redes.
Es muy probable que el ruido sísmico
también inhiba la comunicación
entre los cetáceos. Un experimento
en los Estados Unidos comprobó
el desplazamiento del 80 % de las
ballenas grises huyendo del ruido
de las explosiones sísmicas,
hecho que puede interrumpir y alterar
gravemente las rutas migratorias de
las especies de mamíferos.
Y finalmente existen varios casos
documentados de diferentes especies
de lobos que han muerto como consecuencia
directa de evaluaciones geomorfológicas.
La muerte también es el destino
de muchos peces. Estudios científicos
han demostrado que las ondas sísmicas
literalmente revientan las vejigas
natatorias de los peces.
Experimentos que utilizaron ondas
sísmicas de sólo 50
db causaron la muerte de huevos y
larvas de peces.
La exploración sísmica
puede alterar las rutas migratorias
de especies de peces.
Investigaciones científicas,
recientemente publicadas en el "Journal
of the Acoustical Society of America.",
mostraron que las ondas sísmicas
destruyen los pequeños pelos
sensoriales dentro del oído
de los peces. Sabiendo que las células
dañadas de los oídos
de los peces normalmente poseen una
gran capacidad de regeneración,
los científicos se vieron sorprendidos
al ver que las células y pelos
de los peces heridos no se regeneraron.
Dos meses después del experimento
los científicos encontraron
huecos en la piel de los oídos
en donde debería haber pelos
sensoriales. De esta manera, los peces
afectados se vuelven casi sordos y
en consecuencia son presa fácil
para los depredadores. Esto ocasiona
una pérdida elevada de peces.
El argumento de la compañía
Walsh de que los peces evitan el ruido
desplazándose y por lo tanto
no van a morir en grandes cantidades
podría ser aplicable para los
peces pelágicos. Sin embargo,
la mayoría de los peces bentónicos
habita áreas fijas y no se
alejan de ellas, por consiguiente
se producirá un gran nivel
de mortalidad de éstos debido
al proyecto de prospección.
El nivel de mortalidad de los peces
va verse reflejado directamente en
las pérdidas económicas
de los pescadores artesanales, a quienes
nadie va recompensar en un futuro.
Estudios elaborados alrededor del
mundo muestran que la captura de peces
disminuye drásticamente durante
los periodos de exploración
sísmica. Por ejemplo, un estudio
noruego demostró una reducción
del 50 por ciento en los niveles de
captura, daño económico
que sería inaceptable para
los pescadores artesanales de la costa
central.
"El hecho de que el estudio
no menciona palabra alguna sobre estos
probables impactos no se explica como
una falta de conocimiento por parte
de los consultores de Walsh, compañía
de alto prestigio a nivel nacional,"
dice Stefan Austermühle, Director
Ejecutivo de la Asociación
Mundo Azul para la conservación
de la biodiversidad marina costera
y el desarrollo sostenible. "Más
bien tenemos la impresión que
detrás de todas estas omisiones,
análisis superficiales y los
otras faltas metodológicas
del estudio hay la intención
de ocultar los verdaderos peligros
de este proyecto."
Pero todo esto no es suficiente.
Pareciera que los consultores de Walsh
quisieran tomar por tontos a los pescadores
artesanales y al pueblo peruano costero
ya que ellos sugieren como medida
de mitigación espantar a los
peces y mamíferos con una segunda
embarcación en el área
de prospección. "Esto
si es el colmo," dice Austermühle:
"El pretender poder espantar
cardúmenes de peces con una
lancha es absurdo y además
tratar de espantar lobos y delfines
con un barco sería tan exitoso
como tratar de espantar un ratón
tirándole pedazos de queso.
No se tiene que ser biólogo
para darse cuenta de que esto es una
broma de mal gusto y creo que todos
los pescadores les pueden contar a
los consultores de Walsh miles de
historias sobre delfines y lobos acercándose
a sus embarcaciones pesqueras en vez
de ahuyentarlos. Un niño sabe
que los delfines acompañan
a los barcos."
"Es muy probable que el proyecto
de prospección de Petro Tech
cause graves impactos negativos a
la biodiversidad marina y daños
económicos significativos a
los pescadores artesanales de la costa
central del Perú. El Estudio
de Impacto Ambiental de la compañía
Walsh es insuficiente, superficial
y oculta los impactos ambientales"
resume Stefan Austermühle. "Por
esto el documento es inaceptable y
se debe realizar un nuevo estudio
de buena calidad con la finalidad
de determinar los verdaderos impactos
ambientales de este proyecto. En fin,
sí la compañía
Petro Tech S.A. no puede mostrar con
mayor credibilidad como van a evitar
o mitigar los impactos ambientales
negativos de la exploración
sísmica, el Ministerio de Energía
y Minas no debe otorgar el permiso
para este proyecto, como pasó
en varios países alrededor
del mundo donde jueces y gobiernos
pararon proyectos de exploración
sísmica protegiendo su medio
ambiente."
24 de setiembre de
2003
Fuente:
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