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Nos
interesan mucho porque poseen
la capacidad de cazar utilizando
solamente el sonido. |
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Un equipo de científicos
del Instituto de Neurociencia de la
Universidad de Oregón, Estados
Unidos, ha estado estudiando la capacidad
de las lechuzas para detectar diferentes
sonidos.
Los investigadores consideran que
los resultados podrían ayudar
a comprender mejor cómo escuchamos
los seres humanos y a desarrollar
nuevas técnicas o equipos para
asistir a las personas con problemas
auditivos.
Las lechuzas utilizan un mecanismo
de escucha de alta precisión,
que les permite cazar ratones de Noruega
y otros animales en medio de la oscuridad,
incluso cuando éstos están
escondidos debajo de la nieve.
"A diferencia de los murciélagos,
que producen sonidos y reciben el
eco, las lechuzas sólo escuchan
de forma pasiva", explicó
uno de los investigadores, el Dr.
Avinash Bala.
"Todavía no sabemos si
las lechuzas cazan basándose
en las vocalizaciones de los ratones,
pero parece que usan el sonido que
los ratones hacen cuando corren sobre
las hojas o la hierba".
Distancia
El trabajo del Dr. Bala consistió
en tratar de averiguar a qué
distancia era necesario separar dos
sonidos, antes de que la lechuza se
diera cuenta de que se trataba de
dos fuentes diferentes.
"Lo que hicimos en este experimento
fue presentar un mismo sonido a través
de un altoparlante situado a pocos
grados a la izquierda de la lechuza
y lo repetimos cada diez segundos,
50 veces", nos dijo el investigador.
"Luego presentamos un sonido
desde la derecha y la lechuza también
respondió a ese sonido. Su
respuesta era más clara a medida
que uno separaba los sonidos".
"Pero, si los acercábamos
demasiado, había un punto en
que la lechuza no distinguía
que el sonido provenía de dos
lugares diferentes".
Los científicos llegaron a
la conclusión de que los sonidos
tienen que tener por lo menos tres
grados de separación para que
el búho los pueda distinguir.
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Si
uno mueve un sonido en el
espacio real, la actividad
en ese mapa también
se mueve. |
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Mapa de sonido
El Dr. Bala y sus colegas centraron
su estudio en una parte del cerebro
llamada colículo inferior:
"Básicamente, lo que
pasa en esa parte del cerebro es que
se crea un mapa espacial", dijo.
"Por eso, si uno mueve un sonido
en el espacio real, la actividad en
ese mapa también se mueve".
"La forma en que el cerebro
de la lechuza parece comportarse es
combinando esa sensibilidad al espacio
a través de todas las células
de su cerebro medio".
Los investigadores determinaron que
el cerebro establece un promedio de
las señales neurales, en lugar
de centrarse sólo en las señales
más fuertes para detectar el
origen del sonido.
Aparentemente, este trabajo combinado
de las neuronas es lo que le permite
a las lechuzas distinguir un sonido
de otro.
Los seres humanos, según los
científicos, podríamos
escuchar de una forma similar.
1 de setiembre de
2003
Fuente:
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