Se manifestó
en contra del mascotismo de especies
silvestres y de la utilización
de animales silvestres en espectáculos
circenses.
La Red Nacional
de Acción Ecologista (RENACE)
manifestó su oposición
a la continuación del Proyecto
ELE, por ser ecológica y biológicamente
insustentable, peligroso para la vida
silvestre y facilitador del mascotismo
de especies silvestres.
Advirtió sobre el riesgo
de escape de especies silvestres y
las consecuencias ambientales y económicas
que esto trae aparejado. También
solicitó una mejor y
mayor control aduanero y capacitación
para los agentes de conservación
y jueces, que al intervenir no tienen
herramientas para actuar. Además
insistió en la necesidad de
que la Dirección de Fauna unifique
en el territorio nacional las guías
de tránsito numeradas con código
inviolable y promueve la
derogación de la resolución
472/94 con la extensión a un
año de los certificados.
También solicitó la
prohibición de circos que utilicen
en sus espectáculos animales
silvestres exóticos o autóctonos
y reclama la participación
de las ONGs en las reuniones del CITES.
El duro cuestionamiento está
contenido en la Resolución
Nº 7/03 que aprobó la
Asamblea 26 de la RENACE, y que se
desarrolló en la localidad
de Vaquerías, Córdoba.
Al encuentro asistieron 78 organizaciones
ambientalitas no gubernamentales de
18 provincias del país quienes
analizaron y buscaron soluciones para
los problemas ambientales más
graves de Argentina.
Liliana Olveira del Centro de Observación
de la Naturaleza (CONAT) indicó
que el Proyecto ELE no sólo
no contribuye a la conservación
de las especies sino que el tráfico
de fauna implica serios riesgos para
el ambiente. En relación
a esto, la ecologista explicó
que pueden producirse posibles
escapes de especies en cautiverio
y la ocupación de nichos que
facilitan la desaparición de
determinadas especies. Jennifer
Ibarra de la misma organización
ecologista, sostuvo el Proyecto ELE
es biológicamente insustentable,
económicamente inviable y peligroso
para la vida silvestre porque fomenta
el mascotismo de especies silvestres.
El Proyecto ELE
Liliana Olveira, explica que los
indígenas siempre cazaron
loros para venderlos. Para extraer
los pichones del nido tenían
que voltear los árboles. Los
mentores del Proyecto ELE sostenían
que los indígenas estaban depredando
el bosque nativo. Establecieron cupos
de extracción de loros y les
dieron arneses para trepar a los árboles.
Los impulsores de este proyecto, entendían
que de esta manera se evitaría
la tirada de árboles.
El problema es que los indígenas
siguen extrayendo loros para el cupo,
para los traficantes de fauna o para
los cazadores furtivos, señala
Olveira. La ambientalista advierte
que la desaparición del bosque
nativo y del loro hablador no
se debe a la práctica de cazar
loros que tienen los indígenas
sino a la plantaciones de soja y a
la tala indiscriminada de madera que
realizan empresas extranjeras.
Además indica que el proyecto
ELE no es sustentable porque
facilita la cría de lagarto
overo y la cría de la boa curiyú.
Estas prácticas son supuestamente
para uso sostenible, pero estos criaderos
funcionan como pantallas para legalizar
el tráfico de fauna.
Jennifer Ibarra explica que es necesario
unificar la legislación
de fauna porque en las provincias
existen legislación diferentes,
las vías de tránsito
no están unificadas y los jueces
también desconocen las leyes.
Muchas veces los magistrados le incautan
especies a un traficante pero después
se las devuelven porque no saben como
actuar.
15 de setiembre de
2003
Fuente: RENACE
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