Vivió
hace ocho millones de años.
Medía 3 metros de largo y 1,3
metros de alto. Comía pasto
en las riberas de un gigantesco río.
Se conoce un pariente argentino, de
tamaño similar, hallado en
Paraná.
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Los
dientes incisivos de este
roedor medían 20
cm. |
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Quienes temen ser
sorprendidos en la noche por un ratón
común y silvestre, de esos
que pueden ser fácilmente ahuyentados
a golpes de escoba, palidecerían
con sólo pensar en un roedor
de tres metros de largo, que pesaba
más de 700 kilogramos.
"Tenía cosas de conejillo
de Indias y cosas de carpincho, pero
era más grande, mucho más
grande. Sus dientes crecían
constantemente para poder lidiar con
una dieta de gramíneas que
implica un gran desgaste", dijo
el paleontólogo argentino Marcelo
Sánchez-Villagra, cuya descripción
del Phoberomys pattersoni, el roedor
más grande conocido hasta ahora,
aparece hoy en la revista Science.
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Un
río corría
por Urumaco hacia el mar.
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Ocho millones de años atrás,
este animal habitó las pantanosas
tierras del delta de un gigantesco
río apodado Paleo-Orinoco-Amazonas,
que corría paralelo a la cordillera
de los Andes en el territorio que
hoy ocupa Venezuela. Los restos del
Phoberomys fueron descubiertos en
2000 cerca de Urumaco, un pueblo ubicado
400 kilómetros al oeste de
Caracas.
"Era un animal semiacuático,
lo que le permitía elegir entre
la tierra y el agua a la hora de esconderse
de sus predadores", dijo Sánchez-Villagra,
que actualmente lleva adelante sus
estudios en la Universidad de Tübingen,
Alemania. Es que en aquellos años
las tierras ribereñas eran
un lugar peligroso: Phoberomys debía
evitar cruzarse en su camino con aves
corredoras de tres metros de alto
o con cocodrilos de hasta 12 metros
de largo.
Así era la fauna del norte
de América del Sur hace ocho
millones de años: enorme. "Pero
a diferencia de la Patagonia, que
posee excelentes yacimientos fósiles
y una gran tradición paleontológica,
se conoce muy poco de quienes vivieron
en el trópico, que es donde
debió encontrarse la mayor
diversidad biológica y donde
seguramente se produjeron eventos
clave en la evolución de la
fauna de América del Sur",
dijo Sánchez-Villagra.
"Esto es lo que les da importancia
a los hallazgos realizados en Urumaco",
dijo otro de los autores del estudio,
la doctora Inés Horovitz, también
argentina, profesora de la Universidad
de California en Los Angeles, Estados
Unidos.
Pasto había; faltaban las
vacas
¿Por qué los roedores
llegaron a ser tan grandes como el
Phoberomys? "Por aquel entonces,
América del Sur estaba aislada
de otras masas continentales, lo que
llevó a sus mamíferos
a desarrollar su propia historia evolutiva
-respondió Horovitz-. El Phoberomys
llenó entonces un nicho ecológico
que estaba vacante."
Pero, ¿cuál era ese
nicho? Ni más ni menos que
el de la vaca, cuyos predecesores
se encontraban en América del
Norte, que sólo 5 millones
de años más tarde se
uniría a América del
Sur. "En ausencia de los llamados
ungulados (vacas y caballos, entre
otros), los roedores comenzaron a
hacer cosas que aquéllos estaban
haciendo en otros continentes, como
comer pasto", explicó
Sánchez-Villagra.
Claro que para poder comer pasto
es indispensable contar con un tubo
digestivo muy largo que permita procesar
la celulosa del vegetal, de un tamaño
que sólo cabe en un animal
grande como una vaca... o como el
Phoberomys.
"Lo interesante es que en la
Argentina también vivieron
roedores gigantescos en más
o menos la misma época en que
vivió el animal que describe
Marcelo en Science", agregó
por su parte la doctora Guiomar Vucetich,
investigadora principal del Conicet
y profesora de la Facultad de Ciencias
Naturales y Museo de la Universidad
Nacional de la Plata.
Y aunque los restos fósiles
de los primitivos roedores argentinos
son muy escasos como para poder asegurarlo,
los expertos sugieren que éstos
podrían haber sido aún
más grandes que su par venezolano.
"Ya en 1926 se describió
el Phoberomys insolita, cuyos restos
fueron hallados en las barrancas del
río Paraná, a partir
de un molar superior con un diámetro
de 47 milímetros", agregó
Vucetich. Si el diámetro del
molar del Phoberomys venezolano era
de 41 milímetros, sólo
resta imaginar el tamaño de
su primo santafecino.
19 de setiembre
Fuente:
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