SIKANAUK,
EL DUEÑO DEL TIEMPO
Cada primavera la
costa este de los Estados Unidos se
ve invadida por los únicos
sobrevivientes de un grupo animal
cuya existencia se remonta a 500 millones
de años. Se trata de los cangrejos
bayoneta. En realidad no están
muy emparentados con los verdaderos
cangrejos sino, lejanamente, con las
arañas y los escorpiones.
Visto desde arriba el cuerpo de estos
animales aparece como acorazado, debajo
del "escudo" presenta cuatro
pares de patas locomotoras y dos pares
de apéndices adicionales relacionados
con la boca, en los machos un par
de estos apéndices son más
robustos y le sirven para engancharse
en las hembras cuando llega el desove.
El nombre proviene de una especie
de bayoneta que tiene en la cola que
es estrecha y punzante. Los indios
americanos los llamaban "sikanauk",
los cazaban para alimentarse de su
carne y utilizaban la afilada cola
como punta de los arpones que usaban
para cazar peces.
La puesta de los cangrejos bayoneta
no es menos sorprendente que su aspecto,
de hecho se produce en la playa. Cuando
llegan las noches que coinciden con
las mareas equinocciales de mayo y
junio, los cangrejos bayoneta nadan
en gran número hacia la costa.
Los machos ya se engancharon a las
hembras, de mayor tamaño y
navegan colgados de ellas desde varios
días atrás, incluso
es normal ver a una hembra que va
remolcando a dos o tres machos. Al
llegar a la playa, en el límite
de las olas las hembras cavan una
especie de nido donde ponen cientos
de huevos. Los machos entonces liberan
el esperma. Cuando el agua, al retirarse
ha cubierto los huevos con arena,
los padres vuelven al mar en donde
se separan.
Dos semanas después los huevos
de color verdoso alcanzan un tamaño
varias veces superior al primitivo
y los que no han sido devorados por
los predadores están listos
para la eclosión. La siguiente
marea equinoccial los desentierra
y las crías, liberadas se encaminan
a aguas más profundas. Serán
ellas las encargadas de repetir el
ciclo al año siguiente y así
cada año, desde el principio
de los tiempos.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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