ESCLAVOS
El cormorán
es un ave esbelta, de rápidos
movimientos, perfectamente aerodinámico
y adaptado a realizar cortas inmersiones
en busca de sus presas: los peces.
Tanta belleza hace difícil
imaginar que aún hoy sigan
siendo utilizados como esclavos.
Algunas aldeas costeras del Japón
utilizan cormoranes para la pesca
en agua dulce. Esta práctica,
que se realiza desde el año
813 consiste en colocarles un bozal
alrededor del cuello y unirlos a una
embarcación pequeña
mediante un cordel.
La pesca se realiza por la noche.
Una fogata encendida en un caldero
que cuelga por la banda de la embarcación
atrae a los peces. Los cormoranes
se sumergen, naturalmente en busca
de su alimento. Pero una vez capturado
el pez, el ave no podrá tragarla
debido al ajustado bozal. Entonces
el pescador lo traerá hacia
la embarcación tirando del
cordel, le sacará el pez que
lleva en el pico y lo devolverá
al agua en busca de nuevas presas.
Los cormoranes hambrientos no dejarán
de capturar peces a los que no podrán
comerse. Una sola ave puede conseguir
un centenar de peces en sólo
una hora. El truco se basa en no dejarlo
comer hasta que no se termine la jornada
de pesca. Una vez finalizada se le
entregarán uno o dos de los
peces que pescó para que pueda
alimentarse.
La técnica consiste en atrapar
a los cormoranes cuando son pequeños
y acostumbrarlos a su "amo"
y a que éste los alimente.
Pasarán toda su vida en cautiverio
consiguiendo peces con un bozal en
el cuello, hasta el día de
su muerte donde serán reemplazados
por un cormorán más
jóven.
Indudablemente el pescador podría
obtener la misma cantidad de piezas,
o tal vez más, con el empleo
de una simple red. Pero tendría
que realizar un mayor trabajo para
extenderla y mayor esfuerzo para levantarla.
Es por eso que prefiere que los cormoranes
hagan el trabajo duro por él.
Después de todo, él
es un ejemplar de la raza inteligente
del planeta, ¿o no lo es?
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
|