EL
EQUILIBRIO DEL CAMARÓN
Todos los animales
del mundo obedecen a la fuerza de
gravedad. Incluso los habitantes de
los mares donde la gravedad está
prácticamente neutralizada
por la densidad (sustentación
del agua). Sus migraciones verticales,
desplazamientos en el fondo e incluso
la captura de las presas dependerán
del posicionamiento del animal con
respecto al fondo y de su equilibrio.
En los animales superiores el oído
interno representa al órgano
del equilibrio, pero los animales
inferiores como los camarones, fabrican
sus propios órganos para cumplir
esta función. Estos órganos
se llaman estatocistos. Los camarones
y las langostas poseen dos pequeños
estatocistos en la base de cada una
de sus antenas.
El estatocisto es una cavidad llena
de líquido cuyas paredes están
tapizadas de tejido sensorial erizado
de prolongaciones ciliares, algo así
como una microscópica bolsita
esférica tapizada por pequeños
pelos sensoriales que se mueven en
el líquido. Al formar el estatocisto,
el camarón colocó en
su interior un grano de arena obtenido
del sustrato. Ese grano, por efecto
de la gravedad, caerá en dirección
al fondo del estatocisto aplastando
los cilios sensoriales que transmiten
esa información por medio de
impulsos nerviosos hacia el cerebro
del pequeño animal. De esta
manera, él siempre sabe dónde
está el fondo y por lo tanto,
la superficie.
Al producirse la muda (momento en
el cual el animal reemplaza su caparazón
por uno nuevo), los camarones pierden
los estatocistos que quedaron en la
vieja coraza. Estos tejidos se reforman
a medida que el nuevo caparazón
se endurece. Esta renovación
ha permitido realizar un interesante
experimento científico. Se
cambiaron los granos de arena del
fondo por minúsculas partículas
de metal que el animal tomó
en lugar de arena. Se coloco entonces
un pequeño imán que
atraía al metal en el interior
del órgano sensitivo. Sin dudarlo
un segundo, el camarón se colocaba
cabeza abajo obedeciendo la falsa
información recibida.
Esto explica claramente que los camarones
dan prioridad al sentido de gravedad
sobre el de la vista ya que, pese
a estar viendo el fondo, el animal
obedecía a la información
de su órgano de equilibrio
colocándose en la posición
que le marcaba el imán, inclusive
si esta posición le impedía
caminar.
El mar es un ecosistema inmenso que
abarca la mayor diversidad de vida
que puebla nuestro planeta, animales
sensibles cuya existencia se puede
alterar con pequeños cambios.
Cuanto más lo entendamos, más
cerca estaremos de conservarlo intacto.
Demostrando, finalmente qué
significa ser un animal inteligente.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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