PADRES
VORACES
El Garibaldi, hermoso residente de
los bosques de kelp de la costa de
California, se reproduce entre marzo
y julio. Para ello el macho construye
un nido y se las ingenia para atraer
a las hembras para que realicen la
puesta. Después se dedica a
cuidar los huevos, mueve continuamente
sus aletas para renovar el agua y
los protegen hasta que eclosionan.
Pero, a veces, cuando las crías
están por nacer, se las come.
Se ha encontrado una posible explicación
a este insólito canibalismo
en un pez que tanto protege la puesta.
El Garibaldi macho, para asegurar
la mayor descendencia procura atraer
a su nido al máximo número
de hembras para que pongan sus huevos.
Pero, al parecer a éstas no
les gusta realizar la puesta pegadas
a la puesta de otra hembra. Entonces
el macho en su afán de conseguir
un mayor número de huevos,
se come los huevos que están
en el borde de la puesta anterior
para que la otra hembra tenga lugar
para desovar sin que las puestas se
toquen o sea que sacrifica algunos
para hacer un poco de lugar y lograr,
entonces, muchas más crías.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
|