LONGEVIDAD
¿Existe alguna
relación entre el ritmo cardíaco
y la duración de la vida de
un animal? Este tema ha sido objeto
de gran cantidad de estudios, ya que
comprender la fisiología de
otros mamíferos nos permitiría
mejorar nuestra propia calidad de
vida.
Está comprobado
que los animales pequeños tienen
un ritmo cardíaco más
elevado y viven menos que los animales
grandes que tienen un ritmo cardíaco
mucho más lento. Lo que indicaría
que existe una relación clara
entre el metabolismo de una especie
y su esperanza de vida.
Nadie sabe a ciencia
cierta cuánto vive realmente
una ballena. Ellas son objeto de estudio
desde hace, relativamente, pocos años
pero su longevidad se puede calcular
al menos en forma aproximada. En la
década del 90 se han encontrado
puntas de flechas incrustadas en la
capa de grasa de algunas ballenas
que fueron cazadas en Alaska. Estas
puntas de flechas fueron comparadas
con las colecciones exhibidas en museos
y determinaron que habrían
sido disparadas por esquimales entre
100 y 130 años antes. Esto
sugiere que las ballenas que las transportaban
tenían, al menos, un poco más
de un siglo de edad.
Si tenemos en cuenta
que una ballena posee alrededor de
20 pulsaciones por minuto y comparamos
su supuesta longevidad con otros mamíferos
más pequeños y con mayor
ritmo cardíaco, nos encontramos
con una coincidencia bastante clara.
Para estimar la edad de un delfín
(110 pulsaciones por minuto) se analiza
la estructura de sus dientes, cosa
que no se puede hacer en una ballena
con barbas, de esa manera se ha llegado
a la conclusión de que viven
entre 20 y 30 años y se estima
que una orca en libertad podría
vivir entre 50 y 80 años. Lo
que sugiere que la longevidad de un
animal tendría una relación
directa con su tamaño y su
ritmo cardíaco.
El ritmo cardíaco
de los seres humanos suele mantenerse
elevado por diferentes factores, entre
ellos el estrés y la contaminación
ambiente. Las personas que viven en
las grandes ciudades están
sometidas a un ambiente rico en monóxido
de carbono, producto de los escapes
de los vehículos que la transitan.
Los glóbulos rojos son 200
veces más sensibles al monóxido
que al oxígeno. Por eso, al
respirar aire rico en monóxido,
el cuerpo deberá aumentar en
forma permanente su ritmo cardíaco
para cumplir con la demanda de oxígeno
de las células.
Es hora de que los
seres humanos comencemos a vernos
nuevamente como un animal más
en el juego de la vida. Y ningún
animal permanece más tiempo
que el necesario en un ambiente hostil
e insalubre a menos que consiga cambiar
las cosas. Es hora de comenzar a hacerlo.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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