NAUFRAGIOS
INTENCIONALES
Muchas veces, desmantelar
un barco fuera de servicio y vender
el metal no es redituable. Entonces,
ese barco se convierte en un verdadero
problema, queda abandonado en una
playa, oxidándose al sol, desmereciendo
el paisaje y perdiendo combustible
y aceites.
En ese momento es cuando se decide
limpiarlo de hidrocarburos, abrirle
grandes huecos, hundirlo en el fondo
del mar y terminar con el problema.
Los defensores de este método
tienen sobrados argumentos para defenderlo.
Los fondos de arena, cercanos a la
costa carecen de algas y corales ya
que estos organismos necesitan aferrarse
a un cuerpo rígido como las
piedras o el casco de un barco hundido.
Al poco tiempo de hundirlo comienza
a ser invadido por corales, anémonas
y todo tipo de plantas. Después
llegarán los peces que encuentran
ahora, infinidad de cuevas donde protegerse
de los ataques de los depredadores.
Los peces que mueren dentro del naufragio
se descomponen y generan detritos
en el fondo que serán el alimento
de gusanos tubícolas y otros
invertebrados que a su vez servirán
de alimento a más peces.
La cantidad de alimento reunido en
una zona delimitada, el gran espacio
habitacional disponible y la facilidad
de encuentros entre machos y hembras,
permitirán el nacimiento de
más peces. Éstos a su
vez atraerán a los depredadores
que rondarán el naufragio intentando
encontrar desprevenido a algún
residente. Un barco hundido en un
fondo de arena se convertirá,
en poco tiempo, en un oasis de vida.
Además, si el barco se hunde
cerca de la costa se transformará
en un elemento turístico que
atraerá buzos de todo el mundo,
gente que ocupará hoteles y
restaurantes favoreciendo la economía
de los pueblos cercanos. Pero por
otro lado, la tendencia más
conservacionista se niega a llenar
el fondo de los mares con chatarra
humana por más que favorezca
la reproducción de las especies,
aspecto que, sostienen debería
hacerse naturalmente. Ellos argumentan
que los hombres deberíamos
buscar la solución a nuestros
problemas sin afectar al mar.
Como quiera que sea los seres humanos
no podemos evitar afectar el ambiente
por que somos parte de él.
Somos animales que por su gran evolución
producimos deshechos y es nuestro
deber encontrar la mejor forma de
eliminarlos o reciclarlos. En mi opinión
personal, el barco que ilustra este
capítulo es mucho más
útil ahora, hundido en el fondo
del mar, convertido en albergue de
vida, que cuando navegaba simbolizando
el orgullo de una flota de guerra
de un país beligerante.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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