TODOS
PARA UNO...
En ocasiones el
mejor escondite para una animal está
dentro de la manada. Una cebra, residente
de la sabana africana no tendrá
muchos lugares donde ocultarse ante
la presencia de un depredador. Quizás
la única forma de que un individuo
pase desapercibido sea dentro de un
grupo de individuos. Entonces el cuerpo
se transforma para favorecer la fusión.
Las rayas desdibujan al animal hasta
confundir por completo al cazador,
impedido de fijar una presa, requisito
indispensable para alcanzar el éxito.
Bajo el mar las
cosas no son tan diferentes. Muchos
animales eligen el cardumen como método
de defensa. Los peces gato, al igual
que las cebras tienen cuerpos rayados
para confundir al depredador pero
además su figura alargada y
sus movimientos rápidos y sinuosos
acentúan aún más
esa confusión.
El nombre de "pez
gato" proviene de la media docena
de barbas que poseen en la mandíbula
inferior que le permiten hurgar en
la arena del fondo en busca de alimentos.
La particularidad de este cardumen
es que los individuos vagan por el
fondo alimentándose más
o menos separados unos de otros pero
ante una agresión se juntan
mucho más apretadamente que
otras agrupaciones de peces.
Es probable que
muchos depredadores confundan esta
masa sinuosa y de movimiento uniforme
con un solo animal, demasiado grande
para atacarlo. Otros, conocedores
de la treta embestirán directamente
al medio de la agrupación.
Entonces los peces gato, en un veloz
movimiento crearán un orificio
por el que el cazador pasará
del otro lado del cardumen sin lograr
el éxito, confundido al no
conseguir una presa.
Pero quienes tengan
éxito en el ataque, descubrirán
inmediatamente que los peces gato
poseen varias pequeñas espinas
muy venenosas en sus aletas. Una picadura
de estas espinas puede resultar sumamente
dolorosa, pero el conjunto de varias
espinas aplicadas al mismo individuo
puede ser mortal y, como es de suponer,
cuando los peces gato se agrupan colocan
todas sus espinas hacia afuera formando
una especie de armadura que repele
cualquier ataque.
Es notable que la
agrupación de peces gato sólo
se forma en la etapa juvenil de su
vida; es normal ver a los adultos
vagando solos por el fondo en busca
de alimento. Tal vez la unión
de individuos sea sólo necesaria
en la etapa juvenil y, al alcanzar
la madurez, el ejemplar aprenda a
protegerse a si mismo con al ayuda
de sus espinas venenosas.
Sería lógica
y razonable esta presunción.
Los juveniles de todas las especies
suelen ser los más expuestos
y por lo tanto los que más
sufren. De hecho entre los humanos
llamamos "adolescentes"
a nuestros juveniles y también
es normal, en esa etapa, verlos agrupados
en tribus, luciendo una indumentaria
asombrosamente similar. Tal vez ellos
también requieran de la manada
para sentirse menos vulnerables, amparándose
en aquella vieja frase que asegura
que "la unión hace la
fuerza". Tal vez.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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