EL
MÁS VELOZ
El pez vela es
el más veloz de los peces marinos
al alcanzar una velocidad de 30 metros
por segundo lo que supone unos 109
kilómetros por hora. O sea
que podría atravesar a lo largo
una pileta olímpica en menos
de un segundo. Esta velocidad la logra
gracias a un pedúnculo caudal
muy poderoso, además se supone,
que la prolongación de su mandíbula
superior es una ayuda para hender
las aguas al favorecer su hidrodinamia.
Con sus tres metros de envergadura
y sus cien kilos de peso es, además,
uno de los animales más elegantes
del océano. Frecuentemente
se lo suele confundir con el Marlín
o el pez espada, con los que tiene
en común sus espectaculares
saltos fuera del agua, pero pertenecen
a familias diferentes.
Lamentablemente, está considerado
como el más noble de los peces
que se pueden pescar ya que ofrece
una gran resistencia al tratar por
medio de fuertes carreras subacuáticas
y espectaculares saltos librarse del
anzuelo que le perfora la mandíbula.
El pescador, orgulloso de su presa,
debe mantener firme el sedal para
impedir que su víctima escape
a la suerte a que ha sido destinada,
la de un vano trofeo y un modelo para
fotografiar en el muelle. En 1963
se conseguían presas con un
peso promedio de 120 kg. Hoy se considera
una presa excelente a la que llega
a pesar 40 kg. lo que demuestra que
los ejemplares que se están
pescando actualmente son juveniles
y que la pesca indiscriminada no permite
que los perseguidos peces vela no
consigan llegar a adultos.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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