PLUMAS
BAJO EL MAR
La vida siempre se abre paso incluso
en las heladas playas de la Antártida
donde las temperaturas alcanzan -65ºC.
Este es el lugar que el pingüino
emperador eligió para traer
al mundo a sus crías. A mediados
de noviembre las hembras ponen un
único huevo y va a alimentarse
al mar durante un par de semanas dejando
el huevo al cuidado del padre. Al
regresar la madre, será el
turno de alimentación del progenitor
y así se irán turnando
en el cuidado. Para conseguir peces
estas extrañas aves se sumergen
hasta la increíble profundidad
de 250 metros, el alto de un edificio
de 80 pisos.
Ellos no cavan un nido sino que lo
incuban entre sus patas cubriéndolo
con un pliegue que tienen en la piel.
A mediados de enero nacerá
un polluelo cubierto por un plumón
marrón que lo protege del frío
pero que aún no posee la aislación
térmica para sumergirse en
el mar. Al llegar al mundo, los polluelos
tienen el peso de una manzana pero
cuatro meses después, en abril,
pesarán 10 kg. obteniendo el
alimento regurgitado por sus padres.
Cuando llega el mes de septiembre
el peso de los sobrevivientes apenas
llegará a los 6 kg. Esto se
debe a que, llegado el invierno sus
padres se irán a conseguir
alimento al mar. En esas ocasiones
dejan a los polluelos solos por espacio
de 30 a 60 días, agrupados
unos contra otros para protegerse
del frío formando verdaderas
guarderías de color chocolate
de miles de jóvenes ansiosos
por comida. Cuando sus padres lleguen
del mar emitirán un sonido
particular que el polluelo podrá
diferenciar entre todos y le regurgitarán
alimento para mantenerlo vivo hasta
la primavera, momento en el que realizará
la muda de las plumas vistiendo finalmente
su traje de lujo que le dará
la aislación térmica
necesaria para ir al mar a conseguir
su propio alimento.
Esta especie de pingüinos vive
alrededor de 20 años teniendo
un polluelo cada dos años.
El emperador es el más grande
de todos los pingüinos. Llega
a alcanzar los 40 Kg. de peso y 1,20
metros de altura. Se han encontrado
esqueletos de pingüino emperador
de 60 millones de años que
tenían 1,65 metros de altura
y se los consideraba extinguidos.
Pero a principios del 2000 científicos
de la Base Antártica Marambio
de la Argentina localizó una
colonia de pingüinos emperadores
de 1,70 metros de altura.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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