SIN
ENTENDER LA MUERTE
Los seres humanos
solemos sorprendernos cuando vemos
en un documental televisivo, a los
integrantes de una manada de elefantes
tratando de levantar del suelo a un
compañero muerto. Nos cuesta
creer que, animales tan astutos, no
puedan comprender que un semejante
ha muerto, y ya no reaccionará
a los estímulos. Sin embargo
son muchos los animales que parecen
no entender la muerte.
Entre los mamíferos marinos
que viven en manada, la "ayuda
social" es la base de la supervivencia.
Si un individuo está débil
o enfermo y le cuesta llegar a la
superficie para respirar, es común
que reciba la ayuda de algunos miembros
de su grupo que, colocándose
debajo de él, lo llevarán
a la superficie para que pueda tomar
aire fresco. Lo mismo ocurre cuando
nace un cachorro, las hembras del
grupo lo asistirán durante
el parto llevándolo a la superficie
para que tome su primera bocanada
de aire.
Pero cuando un individuo muere, parecen
no entenderlo y lo siguen llevando
a la superficie para respirar. Con
un gran esfuerzo de toda la manada,
van a mantenerlo flotando durante
días, mientras el cuerpo se
degrada y sólo dejarán
de hacerlo cuando no reconozcan, en
la forma que adquiere el animal descompuesto,
a su antiguo compañero. La
hembra de ballena piloto de la foto,
mantiene a flote a su cachorro, muerto
hace varios días, una escena
desgarradora.
Incluso entre las orcas, animales
que matan para comer y que reconocen
la muerte de su víctima, se
ha observado este comportamiento.
Se las ha visto asistir a un cachorro
alcanzado por un arpón ballenero,
tratando de llevarlo a la superficie
y alejarlo del barco que lo asesinó,
aún cuando la sangre fluye
de la herida como signo inequívoco
de muerte.
Tal vez el secreto resida en no saberse
mortales, en no encerrar en un lapso
de tiempo "su" tiempo, en
la simpleza de quien disfruta de la
vida sin haber entendido jamás
a la muerte.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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