VIAJEROS
VELOCES
Es probable que
a los habitantes de las grandes ciudades
les cueste relacionar al atún
con el relleno de las latas de conservas
en que suele ser consumido en todas
las latitudes del mundo. En realidad
se trata de un magnífico pez
con una excelente forma hidrodinámica
que le permite impulsarse a gran velocidad
en el mar.
El atún rojo, o de "aletas
azules" (bluefin) es la más
grande de todas las especies de atunes.
Al año de edad pesa entre 3
y 5 Kg. y mide aproximadamente 60
cm; a los cinco años alcanza
los 40 kg. de peso y una longitud
que rebasa los 1,35 mts. Pasados los
catorce años se convierte en
un auténtico gigante, con un
peso superior a los 400 kg. y una
longitud que excede los 2,5 mts. Algunos
autores hablan de atunes excepcionales
de 4,5 mts. y 800 kg. de peso.
En cuanto a su alimentación
los atunes son depredadores muy voraces
que en los primeros estadíos
de su vida se nutren de organismos
planctónicos (zooplancton)
y a medida que se desarrollan, cazan
presas también mayores, como
caballas, sardas, boquerones, arenques
y calamares. No tienen preferencia
por ninguna de estas presas y devoran
ávidamente cualquiera de ellas
que caiga en su esfera de acción.
Los atunes pueden
alcanzar velocidades de hasta 88 kilómetros
por hora. Gran parte de la habilidad
de moverse a tal velocidad se le puede
atribuir a la configuración
anatómica de la cola, en la
cual los radios de la ahorquillada
aleta caudal se extienden hasta la
última vértebra, esta
disposición confiere a la cola
una fuerza de impulso más intensa
que la que posee cualquier otro pez.
Debido a su elevado
nivel metabólico y a su idiosincrasia
nerviosa, los atunes resultan difíciles
de capturar vivos y de ser transportados
con éxito a un acuario o tanques
abiertos. De todos modos es una presa
importante en la economía de
muchas naciones. Un gran atún
de aletas azules logra alcanzar el
precio de un auto deportivo de lujo
en el mercado japonés. A principios
de la década del ´80
se estimaba que existían 300.000
ejemplares de atún azul en
al Atlántico. Veinte años
después, se estima su población
en sólo 15.000. Esto puede
ser debido no sólo a su pesca
intensiva sino a la gran pesca que
se hace cada año de los animales
de los que el atún se alimenta.
"No
se puede defender lo que no se ama
y no se puede amar lo que no se conoce"
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