La gran diversidad
de seres que componen el reino animal
resulta incalculable desde el punto
de vista de su estudio. La clasificación
permite a todas las ciencias ordenar
de algún modo su objeto de
estudio para facilitar la tarea de
los investigadores. Estos nunca cesan
en su labor, por lo que con el paso
del tiempo, a medida que se estudian
nuevas especies y al realizar nuevos
descubrimientos, las clasificaciones
son modificadas y en muchas oportunidades
difieren de un autor a otro. Hasta
hoy los científicos identificaron
más de un millón de
especies y es probable que queden
millones por clasificar.
Los criterios utilizados
para clasificar los animales y entender
las relaciones evolutivas existentes
entre ellos toman en cuenta distintos
elementos: la estructura general del
cuerpo, de qué manera se disponen
sus partes, si existen cavidades corporales
o no, cuántas son las capas
de tejido embrionario, qué
tipo de desarrollo sigue el individuo
desde el óvulo fecundado hasta
el organismo adulto. Por último,
la clasificación debe responder
al esquema genealógico elaborado,
de modo que especies que tienen antepasados
comunes recientes pertenezcan, por
ejemplo, al mismo género, y
los géneros claramente emparentados
provengan de la misma familia.
En la actualidad
los seres vivos se dividen en cinco
reinos: moneras, protistas, hongos,
vegetales y animales. Los protozoos
no se consideran parte del reino animal,
sino que integran, junto con las algas
unicelulares, el reino de los protistas.
Hasta hace poco,
los zoólogos dividían
a los animales en dos grandes grupos:
protozoos, de una sola célula
y habitualmente microscópicos,
y metazoos, cuyo cuerpo contiene cientos
de millones de células organizadas
en tejidos especializados. Tal clasificación
no revelaba la verdadera historia
de la evolución, por lo que
fue necesario cambiarla.
El reino animal
agrupa aproximadamente 30 filos. En
el siguiente nivel de clasificación
se consideran las clases, aunque no
todos los filos se subdividen en clases,
sino directamente en especies. En
un estudio más detallado también
se pueden considerar los subfilos
y las subclases.
Los cordados
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Vertebrados |
Los cordados comprenden
unas 43.000 especies agrupadas en:
cefalocordados, urocordados y vertebrados.
Se distinguen por la presencia de
un cordón que corre a lo largo
de todo el cuerpo, por debajo de la
médula espinal, paralelo al
tubo digestivo: la corda o notocordio.
En la mayoría, esta estructura
es reemplazada en la etapa adulta
por una columna articulada y flexible
que se forma a su alrededor, compuesta
por estructuras óseas o cartilaginosas
llamadas vértebras.
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Urocordados |
Cefalocordados |
Otra característica
propia de estos seres vivos es el
cordón nervioso dorsal hueco
que corre por encima del notocordio
y por debajo de la superficie del
animal.
También constituyen
rasgos distintivos de los cordados
la faringe con hendiduras branquiales
y la cola, posterior al ano, que consiste
en una masa muscular alrededor de
un esqueleto axial.
Los cefalocordados
están representados por apenas
28 especies y los urocordados por
alrededor de unas 300.
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Moluscos |
Los cefalocordados
comprenden muy pocas especies, poseedoras
de un notocordio que se continúa
hasta la cabeza, y carecen de cartílago
o hueso. Los adultos tienen forma
de bolsa o saco, y carecen de notocordio,
a diferencia de sus larvas, que además
de notocordio poseen un sistema nervioso.
Los vertebrados
están constituidos por alrededor
de 41.700 especies, y a pesar de ser
los más conocidos, representan
una ínfima parte del reino
animal, aproximadamente el 5%. Tienen
esqueleto con columna vertebral y
cráneo, y un sistema nervioso
central constituido por médula
espinal y encéfalo. Entre ellos
se encuentran los peces, anfibios,
reptiles, aves y mamíferos.
Ésta última clase incluye
a los primates, entre los cuales se
encuentra el hombre.
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Anélidos |
Poríferos |
Plantelmintos |
Nematelmintos |
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Equinodermos |
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Hemicordados |
Artrópodos |
Los invertebrados
Todos los animales
carentes de columna vertebral y esqueleto
interno se agrupan bajo el nombre
de invertebrados. Actualmente también
se conocen con el nombre de no cordados.
Estos animales se
caracterizan además por la
ausencia de un cordón nervioso
hueco, el desarrollo de las áreas
respiratorias -si las hay- a partir
de la pared del cuerpo y la posición
dorsal del corazón -si existe-.
Alrededor del 90% de las especies
animales reúnen estas características.
Entre los animales
no cordados, se encuentran los poríferos,
cnidarios, platelmintos, nematelmintos,
moluscos, anélidos, artrópodos
y equinodermos. Los hemicordados tienen
características propias de
equinodermos y cordados, por los que
algunos llegan a considerarlo u grupo
intermedio entre cordados y no cordados.
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