Saltar al contenido

La ventaja de ser peligroso

Pulpo de anillos azules

Ir a la versión en inglés

 

 

El pulpo de anillos azules, habitante de la barrera de coral australiana, es uno de los animales más venenosos del planeta. Ostenta su peligrosidad, al igual que muchas serpientes terrestres, luciendo sus vistosos anillos a lo largo de todo el cuerpo, un mensaje que parece decirle a los posibles depredadores: «No te metas conmigo, puedo matarte, búscate una presa más fácil». Después de todo, ¿de qué serviría un arma defensiva sin un buen marketing?

En el momento de la puesta, el pulpo común se refugia en una pequeña cueva colgando los huevos del techo a los que la madre limpia y mantiene aireados a lo largo de los tres meses que dura la incubación. En ese período la madre no puede abandonar ni un segundo a sus futuros hijos ya que serían presa fácil y codiciada por muchos depredadores del arrecife. Esta atención denodada impide que la madre se alimente en ese período, durante el cual se va debilitando lentamente. Al producirse el nacimiento de las crías la madre muere irremediablemente. Por lo que una hembra de pulpo puede producir una sola puesta en su vida.

La hembra del pulpo de anillos azules, en cambio, lleva la puesta consigo, tomándola con sus ventosas en la parte inferior de su cuerpo. Mientras los blancos huevos estén bajo el manto de la madre, nadie se animará a tocarlos. La madre podrá seguir moviéndose por el arrecife sin necesidad de airear los huevos hecho que se producirá sólo por el simple movimiento de natación de la hembra.

En realidad no se conoce mucho más sobre la reproducción de este pequeño animal que sólo llega a medir 20 cm. de punta a punta con sus brazos extendidos. Pero podemos conjeturar que, si la hembra puede desplazarse durante los tres meses que dure la puesta, nada le impediría alimentarse. De hecho, al moverse, consumirá mucha más energía que la hembra de pulpo común que se mantiene quieta en un sitio y si la hembra puede alimentarse, no resulta lógico que muera una vez producido el nacimiento de las crías.

En este contexto de conjeturas se podría creer que, tal vez, la hembra del pulpo de anillos azules sea la única hembra de pulpo que pueda producir más que una puesta. Sobre todo teniendo en cuenta que, al llevar los huevos colgados de su cuerpo, produce muchas menos crías que su pariente el pulpo común, lo que podría verse compensado con al menos dos o tres puestas a lo largo de su vida.

Por supuesto que todo esto no es más que el fruto de la conjetura, o de lo que pudiera parecer lógico. La realidad es que, como en el caso de muchos animales marinos, desconocemos casi todo sobre la vida de este ejemplar a pesar de que posee uno de los venenos más letales que se haya conocido jamás. Si tenemos en cuenta que hasta hace apenas cinco años desconocíamos absolutamente el método de reproducción de los tiburones ballena, que son nada menos que los peces más grandes del planeta, tal vez lleguemos a la conclusión de que deberíamos emplear más tiempo y esfuerzo en conocer a nuestros eventuales compañeros de viaje en esta increíble nave espacial llamada «Planeta Tierra».

«No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce»