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Tito Rodríguez, un secreto del mar

Tito Rodríguez

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Nació en Buenos Aires, Argentina, un 24 de septiembre de 1958 aunque él insistía en asegurar que su cumpleaños era cada 16 de Septiembre, cuando cumplía un año más con el buceo: su pasión, su vida. Quienes tuvimos la fortuna de acompañarlo en cualquier fondo marino sabemos que era así, como él decía. Vivió, a partir de ese día, apasionado, enamorado y perdidamente atrapado por el mar. Tal era su obsesión que nos revelaba cada semana algún secreto del mar; secretos que él conocía bien: «No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce» ¿verdad?.

Él fue testigo silencioso bajo el agua de casi todos sus secretos revelados, él estuvo ahí, él conocía el mar y por eso podía amarlo y defenderlo como lo hizo siempre.

Como lo sigue haciendo desde donde está ahora, porque desgraciadamente desde el 6 de Abril de 2007, dejó de estar entre nosotros . Murió en el mar que tanto amó, bajo un cielo estrellado, con sus aletas y su visor. Saltó al agua simplemente a nadar y la energía de su corazón se agotó. Fue en su mar, en el mejor lugar, en el que él hubiera elegido.

Me siento responsable de escribir estas líneas, por haber sido testigo, en Mayo de 2001, del nacimiento en su mente y su corazón, de los Secretos del Mar, que él escribía con tanto cariño cada semana, y por haber leído cada una de las ediciones antes de que fueran publicadas. Estoy segura de que él hubiera querido que quienes somos sus discípulos, continuáramos su obra, y lo haremos con mucha humildad y respeto, asesorándonos y buscando en su extensa biblioteca de biología marina y submarinismo, un nuevo secreto para revelar. Él quería que todos conociéramos el mar, para que pudiéramos amarlo y cuidarlo como él lo hacía, porque proteger, cuidar, difundir cuando del mar se trataba, para él no eran sólo palabras, eran su forma de vida.

Sus logros profesionales son destacables y muchísimos y es y será un referente obligado en la historia del buceo por sus métodos de enseñanza. Por sus aulas han pasado una cantidad de alumnos cuyo número asciende hoy a 3.850 buzos deportivos desde 1977. Sin duda, todo un récord de alumnos certificados. De sus cursos, han salido Buzos deportivos, profesionales, militares, y bomberos. Siendo en la actualidad, instructor de instructores, la máxima categoría a la que se puede acceder en los sistemas de enseñanza de buceo, otorgado por la S.S.I. (Scuba Schools International)

Dejó un legado inmenso e invalorable, para todos los que lo amábamos, lo seguíamos, trabajábamos, buceábamos y compartíamos tiempo con él. Fue nuestro maestro, nuestro mentor, nuestro guía y siempre nos hacía sentir que era «un compañero más». Una lección constante de humildad, siendo para nosotros lo «grande» que era, y un orgullo para quienes estuvimos a su lado.

Nunca voy a olvidar especialmente una clase, de mi curso de primer nivel, hace ya muchos años, en la que Tito Rodríguez nos pidió que investigáramos «por qué saltan las ballenas?» No se me había ocurrido jamás que algo así tendría tanto que ver con lo que había ido a buscar yo misma en ese curso de buceo… A partir de ese curso, nunca dejé de estar a su lado y de trabajar con él en el Instituto Argentino de Buceo, que él dirigía.

El dolor pareciera hoy no tener fin. Su familia, sus tres hijos, sus amigos, sus compañeros, no tenemos consuelo. Sus ex alumnos y alumnos, aún hoy no lo creen. Quienes dejan de estar físicamente a nuestro lado, mueren sólo si los olvidamos, y esa es la razón por la que Tito Rodríguez seguirá «viviendo» entre nosotros, porque nunca pero nunca lo olvidaremos. Gracias MAESTRO y hasta la próxima inmersión …

Claudia A. Pastorino
Instr. OWD SSI #37.569
Staff Instituto Argentino de Buceo

«No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce»