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Morfología, de la raíz al fruto

Morfología, de la raíz al fruto

La posición de los órganos de las plantas, sus funciones y las distintas transformaciones son analizadas por la anatomía y la morfología botánicas que se aplican especialmente en las plantas superiores o fanerógamas, que presentan ya una estructura diferenciada en las que se observan órganos vegetativos (raíz, tallo, hojas) y órganos reproductivos (flores y frutos).

La raíz

Como todos los seres vivos, las plantas necesitan extraer sustancias nutritivas del medio que las rodea. La función de la raíz es doble: absorber el agua y los minerales disueltos en ella; y fijación de la planta.

Para penetrar en el terreno, la raíz desarrolla en su extremo inferior una cubierta en forma de dedal llamada cofia, caliptra o pilorriza. Las células chatas y duras de la cofia cumplen la función de proteger la zona de crecimiento de la raíz (meristema terminal), que agrupa células dotadas de membranas muy finas que, al dividirse, generan el crecimiento. Normalmente el meristema crece hacia abajo, protegido por la cofia, abriéndose paso entre el material que constituye el suelo.

Raíces aéreas

Por encima de la cofia está el área de elongación de las células producidas en el meristema terminal. Más arriba se encuentra la zona de los pelos radicales, cuya principal función es la de absorción. Los pelos absorbentes son prolongaciones celulares de la raíz que se propagan por el terreno en el cual se desarrolla la planta, de modo que pueden absorber agua y minerales del suelo. Estos pelos, de dimensiones por lo general microscópicas, son muy numerosos: en la raíz de una planta de centeno existen catorce mil millones. Se renuevan en forma constante, ya que mientras se van formando nuevos pelos desaparecen los de la parte expuesta.

Además de los pelos absorbentes, la raíz presenta una serie de ramificaciones. Son las raíces laterales o secundarias, que a su vez pueden formar nuevas raicillas con la misma estructura de la raíz principal.

Estructura

Una raíz puede hallarse en etapa de desarrollo primaria o secundaria. Si se practica un corte en una raíz primaria a la altura de los pelos absorbentes, se observarán dos zonas: la corteza o zona cortical, y el cilindro central.

En la corteza, desde afuera hacia adentro, se disponen la epidermis, el parénquima cortical y la endodermis. La epidermis es la parte externa, formada por una sola capa de células que, al reproducirse, da lugar a los pelos absorbentes. Toda la epidermis está recubierta por una especie de membrana formada por una sustancia especial llamada súber.

Debajo de la epidermis está el parénquima cortical. Un parénquima es un tejido vegetal, formado por células esféricas o cúbicas separadas entre sí por espacios huecos llamados meatos. El parénquima cortical de la raíz está formado por muchas capas de células, generalmente desprovistas de clorofila. El aspecto de este parénquima suele ser rígido, y en general acumula sustancias de reserva (almidón). Las zanahorias y remolachas, por ejemplo, son raíces con abundante parénquima de reserva.

En el cilindro central, también llamado cilindro vascular porque dentro de él están los vasos por los que circulan agua y nutrientes, se observan el periciclo y el parénquima medular. El periciclo está constituido por una capa de célula (a veces dos), donde se forman las raíces secundarias. El parénquima medular consta de varias capas celulares que rellenan el interior del cilindro central; por dentro del parénquima pasan los tejidos vasculares, en los cuales se encuentran los vasos conductores. En el centro de la raíz está la médula. De ella salen radios medulares, que separan a los haces de los vasos conductores.

Las raíces de estructura secundaria son más complejas. Poseen dos cilindros de células de crecimiento, llamados cámbium y felógeno. El cámbium se sitúa en el cilindro central, entre los tejidos vasculares. El felógeno está en el cilindro cortical; hacia adentro, produce células de relleno y el parénquima cortical, y hacia fuera, capas de tejido fibroso que cumplen la función de protección y aislación.

Tipos de raíz

Lo habitual es que las raíces se desarrollen bajo tierra, ya que su función es captar nutrientes para la planta. Pueden llegar a tener un gran desarrollo: en un árbol, por ejemplo, es normal que las raíces ocupen en sentido lateral una extensión de terreno superior a la de la copa. En las plantas herbáceas ese desarrollo de la raíz es mucho más notable; las más profundas y extensas raíces se encuentran precisamente en plantas que se desarrollan en zonas desérticas.

Las raíces que crecen fuera de su ubicación normal se denominan adventicias; son típicas de plantas como el maíz, en que la raíz primaria sólo acompaña el desarrollo de la planta en la primera etapa y luego muere. Las raíces adventicias que crecen más arriba de la base del tallo son llamadas aéreas; en algunas plantas tropicales estas raíces están en condiciones de absorber la humedad ambiental.

La cofia o pilorriza, tiene la función de proteger las terminaciones de las raíces. Las pequeñas raíces se introducen lentamente en busca de agua y, al hincharse,lo trituran, transformando las sustancias que lo componen y absorbiendo la solución obtenida para incorporarla al tejido vegetal. En zonas áridas las raíces se entierran a mayor profundidad que en zonas húmedas, según la distancia a la que se encuentre el agua con la que se nutren. Las microscópicas gotitas de agua penetran en el pelo radical por ósmosis y pasan a sus células.

Raíces