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Caracol sin casa

Nudibranquio

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Se podría decir que el nudibranquio o «babosa de mar» es un caracol sin caparazón lo que haría que este animal quede totalmente desprotegido. Pero, para defenderse, este ingenioso animal a desarrollado algunos métodos muy interesantes.

Algunas babosas tienen coloraciones espectaculares en forma de bandas o puntos que rompen su silueta confundiendo su aspecto. Otras combinan colores que en el mar son advertidores de veneno para los depredadores como el rojo y negro o amarillo, naranja y negro. Otras especies poseen espículas calcáreas en la piel, otras tienen mal sabor o segregan sustancias tóxicas para defenderse de un ataque.

Estos moluscos tienen un régimen carnívoro sumamente especializado: se alimentan de esponjas, cnidarios y briozoos. Algunas especies poseen apéndices dorsales en forma de sacos. En éstos receptáculos acumulan las células urticantes de las anémonas e hidroideos que les sirvieron de alimento, de modo que cuando un depredador las muerde, liberan los apéndices y el atacante queda escarmentado.

«No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce»