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Lobo ibérico (Canis lupus signatus) Animales en peligro

Lobo ibérico (Canis lupus signatus)
España
Filo Chordata
Clase Mammalia
Orden Carnívora
Familia Canidae
Status UICN ver 3.1 En Peligro
Status CITES Sin determinar

U.I.C.N. - En peligro

 

Nombre científico: Canis lupus signatus (Cabrera, 1907)

Descripción general y características

Tiene pelaje de color pardo, que puede variar entre algo más oscuro y más rojizo. Los jóvenes, además suelen tener tonalidades grisáceas durante el invierno y marrón oscuro durante el verano.

Las características que diferencian al lobo ibérico del europeo, y que le han dado el nombre signatus (signado o señalado) a su subespecie son:

1. Manchas blancas en los belfos, o bigoteras.
2. Manchas verticales negras en la parte frontal de sus patas delanteras.
3. Una mancha oscura a lo largo de su cola.
4. Mancha oscura alrededor de la cruz (zona de la nuca), llamada silla de montar.

Los machos suelen superar los 40 kg. y las hembras los 30 kg.; tienen una longitud de 130 a 180 cm. los machos y de 130 a 160 cm. las hembras. La altura hasta la cruz es de unos 70 cm.

La cabeza es grande, las orejas triangulares pequeñas y los ojos oblicuos de un característico color amarillento.

Comportamiento

Es un animal carnívoro que se alimenta principalmente de grandes herbívoros y otros mamíferos de menos tamaño. Según un estudio de Félix Rodríguez de la Fuente, su dieta estaría compuesta de grandes mamíferos (como corzos, muflones, ciervos…) en un 35%, ovejas en un 24%, conejos en un 14%, ratones de campo en un 9%, carroña en un 7%, reptiles y aves en un 5%, insectos y vegetales en un 4%, y otros carnívoros (como zorros o perros) en un 2%.

Normalmente van en grupos de no más de siete individuos, en los que se encuentran la hembra y el macho alfa, que son los únicos que se reproducen en la manada y los primeros en comer, son pues los dominantes.

A la hora de cazar, siempre van a por las presas más débiles que serán las más fáciles de alcanzar. Además si van a cazar a un animal de un rebaño cooperan para ahorrar energía, poniendo en práctica la técnica del acecho. Para animales de menor porte como conejos, uno o varios lobos actúan a manera de batidores, mientras los demás se mantienen a la expectativa, por lo regular cerca de la entrada de la conejera, lugar al que la presa acosada acudirá buscando refugio. Para cazar presas grandes suelen hacer primero heridas en la zona ventral, y para presas de mediano o pequeño tamaño suelen centrarse en el cuello.

Hábitat y distribución geográfica

Hasta el siglo XIX el lobo ibérico se distribuía por casi toda la Península Ibérica.

Causas de disminución

A pesar de que parece que su población se ha recuperado un poco en los últimos años, su conservación no está ni mucho menos asegurada y tiene importantes problemas a los que hacer frente:

La desaparición de su hábitat junto con el aumento de la presión humana aumenta el número de conflictos. Un ejemplo es la existencia de poblaciones de lobos en grandes fincas privadas del sur de España, que han sido exterminados ilegalmente por supuestos daños a la caza menor, aunque estos sean anecdóticos.

Además su hábitat ha sido fragmentado por infraestructuras como autopistas y vías de ferrocarril valladas que crean aislamiento poblacional y por lo tanto mayor riesgo de extinción de pequeñas poblaciones aisladas. Un aporte para evitar el problema sería la construcción de puentes con vegetación por encima de las carreteras para por lo menos hacer el problema menor.

Los conflictos con intereses de ganaderos y el desinterés de las autoridades que en muchos casos deniegan o se retrasan en el pago de las indemnizaciones a los ganaderos perjudicados por asaltos de lobos también es una amenaza. Muchas veces se persigue y envenena a los lobos por los ataques al ganado.

Además ningún cazador furtivo de lobos ha sido jamás multado a pesar de que se calcula que entre un 70-80% de los lobos que mueren cada año lo hacen a manos de estos cazadores.

Aunque no supone amenaza tan grave, cabe tener en cuenta el problema de la pérdida de la identidad genética de la especie por el cruce con perros asilvestrados y la desaparición de su organización social por verse obligados a vivir en condiciones inadecuadas como es el adaptarse al carroñeo en basureros.

Medidas de conservación

Es muy importante el estudio y divulgación de los conocimientos sobre el lobo para acabar con los tópicos sobre estos animales, y que las personas que conviven con ellos lo consideren algo propio, y no una amenaza.

Varios equipos científicos y organizaciones ecologistas trabajan a favor de la conservación y estudio del lobo. Un ejemplo es el de los investigadores del CSIC, que están estudiando la posibilidad de llevar a cabo la reintroducción del lobo en Andalucía y Extremadura. Además un municipio de Zamora, Muelas de los Caballeros, al encontrarse cerca de una de las mayores poblaciones de lobos de España ha demostrado un verdadero interés de conservación, y pretende prohibir su caza por considerarlo especie emblemática.

En 2005 se aprobó la Estrategia Española de Conservación y Gestión del Lobo, para establecer un marco de referencia y regulador con las líneas básicas que se deben contemplar en la gestión del lobo en España.

Aun así, en la mayoría de las comunidades autónomas el lobo figura en los listados regionales de aquellas especies que pueden ser objeto de caza si se autoriza expresamente. Por todo ello, es habitual que sea una especie objeto de aprovechamiento cinegético.

Por último, los 300 ejemplares estimados de lobo ibérico presentes en Portugal, están catalogados por la legislación (Ley 90/88, Decreto-Ley 139/90) como Especie en Peligro de Extinción, lo cual implica el máximo grado de protección legal en el Estado luso. Allí, aunque la legislación y la actitud de la población es más conservacionista, el lobo también sufre una situación crítica. Los lobos están estrictamente protegidos en el país vecino por la misma Directiva Hábitats y por el programa Life de la Unión Europea; sin embargo, para algunos lobos portugueses esta protección no es efectiva.

Existe una población de unos 150 lobos en la frontera entre España y Portugal. Estos lobos, que viven relativamente seguros en el lado portugués, son matados indiscriminadamente cuando pasan a territorio español, concretamente en Galicia y Zamora, con lo que muchos esfuerzos realizados al otro lado de la frontera por el bienestar del lobo caen en saco roto.